Tras avisarnos de que lo suyo no puede estar sujeto a etiquetas limitadoras como bedroom pop, Jimena Amarillo retorna con un álbum despampanante, a través del cual se (y nos) demuestra a sí misma que es una música superlativa.
Que: Disco (Mushroom Pillow)
Dentro de lo que son las matemáticas del algoritmo de Spotify, lo más habitual es encontrarnos con propuestas obsesionadas con el micro nicho del momento que abre las puertas hacia las masas. Pues bien, dentro de esta tendencia, radicalizada en terreno generación Z, Jimena Amarillo es el verso libre más desafiante.
Y ahora ya lo puede certificar mediante un LP hecho por, y para, sí misma, sin colaboraciones ni nada que pueda enturbiar tan mayestático diario personal. Sin duda, el himno generacional que tanto esperaba la sociedad española pos-pandémica. Un canto policromático donde libertad e intimidad están encadenadas a una pulsión estilística donde la metamorfosis nos arrastra a momentos cercanos a la liturgia eléctrica de los Pixies, en la fabulosa Porque tú lo sabrías (con guiño incluido en el toque de guitarra a Where is my mind?) o al contagioso pop de celofán tejido para Billette de amor.
Estos son los dos singles que sirvieron de adelanto de este La pena no es cómoda, en el que hasta la portada es obra de una Jimena capaz de enfundarse en un disfraz emo-trap de combustión noise como Tu sangre de la mía o de cogernos de la mano en la melancolía acústica de la azulísima María la portuguesa.
No hay freno en un trabajo donde el equilibrio alcanzado entre tecnología y artesanía ha cuajado en un irresistible mural pop. Uno desde el cual somos testigos de todas las Jimena Amarillo que nos podamos imaginar, y más.
Por si quedaba alguna duda, semejante magma de creatividad sólo podía ser obra de un ser marcado por un destino más que evidente: catalizar la farándula pop de nuestros días a través de una personalidad única y tremendamente empática como la suya.
Habemus queen teen pop de nuestra era, y eso sólo podía quedar subrayado con muestras de talento tan desbordantes como este clásico de nuestros días.