La furia festiva, multilingüe, orgánica e inorgánica, lúdica y nocturna del nuevo disco de Stay Homas arrastra a los oyentes al baile y la diversión, al disfrute vital como única misión de sus canciones.
Que: Disco (Halley Records)
Y es que Stay Homas nos tienen preparado un catálogo variado de diversión y luz, de noches de buen rollo, de profusión idiomática, sin ambigüedad, lleno de sentimiento. Con temas como Petons, donde los besos se mezclan con las palmas y los ritmos electrónicos. Es una definición de amor robótica, un mantra de belleza.
Del catalán al inglés en The Only One, porque hay un poco de novísimo songwriter británico con fraseo de festividad mediterránea. Y de lo más orgánico pasamos a un poco de autotune bien llevado, trepidación de urbanismo descentralizado con lazos de guitarra y bombo a negras en La nòria, con estribillo que vuelve a mezclar las palabras y los idiomas, con gusto y pasión, en una celebración de lo más lúdico que nos ofrece la noche.
Morir viviendo es uno de esos temas que piden puños en alto y baile con ojos cerrados, entregado a los faros vitales de LED, un castellano que clava besos como puñales mientras tratan de no perderse en su particular viaje al final de la noche acompañado de coros celestiales. Y el momento final con Ese beso, punk pop en la primera hornada de Hombre G., no hay que desmerecer las cosas que tenían estribillo, hasta que crece, festivo, listo para un festival de luces fosforescentes en una playa.
Todo el sabor para la broma final con Tropical, con guitarras y risas alrededor de la hoguera al ritmo de una rima consonante. Un compendio de eclecticismo festivo que encantará a sus seguidores y conseguirá un buen número de nuevos oyentes entregados con esta colección de temas.