Una voz que nos transporta a sueños que no recordábamos haber soñado, que despeina el flequillo que hace mucho que no nos peinamos, VEN’NUS y su LP Bocaterrosa es un bellísimo catálogo de pop electrónico trufado de guiños cálidos.
Que: Disco (Halley)
Sabe la electrónica a agua en la voz de sirena de Valèria N. Saurí, que desciende en Àguila, con la que comienza el LP. En D’estoc hay llamadas desde el conurbano pero esta vez es Sabadell, ritmos y beats donde se destila actitud al masticar los temas. Una voz que es ángel y es demonio, es tierra y piedra según avanzan los temas, es grito y es «xiuxiueig» al oído del que necesita compañía, coros prosaicos de helio caliente, que empujan hacia arriba las palabras en el globo de la vida.
Voces cuidadas y bases trabajadas, música de sentimentalidad contenida tras la pandemia, escuchas Nena, con la garganta tratada y las programaciones que te llevan a elevar los puños en la pista de baile, pero un baile melancólico, como el de Helena, como el italo-disco de Miqui Puig, la sensualidad de Queralt Lahoz.
Casi recitado Melic, una voz de robot enamorado acompañado de Ferrán Palau, en un dueto que hubiera firmado David Lynch para una banda sonora de Juleel Cruise. Es un universo paralelo donde el escondite no es un juego, más bien una forma de vida. Escuchamos a Triquell, escuchamos a Sergi Carbonell, compañeros de escudería en Halley Records, para descubrir un espacio onírico compartido, una especie de dreampop en catalán, desde el mediterráneo hasta las ciudades dormitorio donde las luces son guía y despiste, como el contrabajo que sostiene como un accesorio inesperado la percusión y nos seduce en Llençols. Sinceridad en una voz personal, delicada y confesional, que emociona sobre colchones de rugosidad variable.
