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sábado 23 de noviembre de 2024
Foto: Nathaly Arancibia

La reina del sur

La Zowi

La Zowi vuelve con sexo, hip hop y autotune, como una María Jiménez pasada de trap, escupe las palabras mientras lubrica las bases de ritmos sincopadas, más cerca de la bailanta que del barrio.

Que: Disco (La Vendicion Records)

Retorno, eterno retorno, dinero, palabras que se escupen con la fuerza del autotune. La alcantarilla exhala el vapor de la calle. Dinero en Make up, faldas papi, muchachas del montón que buscan en el rezo a la Zowi una virgen arcana de tradición pagana. No son todo bases sacadas de la banca de datos frefijadas, escuchas Contarte con feat de Soto Asa y hay toques de tecnopop ochentero que son abordados por el ritmo tropical que sumerge el arreglo.

En un diálogo villero funciona tanto en la pista de baile como en el aparcamiento de fuera de la disco. Casi medio millón de escuchas con el salvajismo armado de Bitch feka donde La Zowi se junta con Lex Luger, papi y puta, doble p, arriba y abajo, van duros de alma, con un ritmo sincopado donde la nariz y la turbina está seca, mientras la Zowi busca más hall, donde el dance.

Como pequeñas píldoras que raramente llegan a los tres minutos, el trap es la etiqueta, pero se queda corta, como un disco de marca blanca, porque hay cosas como Bebé con arreglos que nos recuerdan a la época en la que Toulouse era el que marcaba el ritmo mundial, con los Zebda y arrabales. No puedes quedarte con una primera escucha, hay que ir hasta La 9, donde se mezclan Jesucristo y Sandra Ávila Beltrán, como un paquete explosivo, un rezo que tiene más de lúbrico que de petición.

Nunca sabremos cuánta anestesia necesitaría Arturo Pérez Reverte si supiera cómo se revisa su incursión en la nobleza de Sinaloa. Entre exaltación a narcos, chulos y macarras, se extraña un buen loro casetero, algo de rumba. La Zowi pide a gritos una producción Caño roto que la acerquen a territorios cualitativamente distintos, donde su lengua bífida se apuntale con elementos más cercanos. Un pequeño intento lo podemos encontrar en la instrumentación y en los efluvios que salen de Yo lo pongo loco. La Zowi es un símbolo, está en lo más alto del panteón, donde la luz no llega.

La Zowi La reina del sur

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