Se cumplen veinticinco ediciones del festival pirenaico, sede privilegiada para las llamadas músicas del mundo desde hace un cuarto de siglo. Lo que comenzó como un esfuerzo romántico sigue exudando romanticismo por los cuatro costados. Y lo que inicialmente era una excentricidad para artistas y visitantes (su localización, en mitad de las montañas) ha acabado siendo uno de los grandes reclamos de Pirineos Sur. Es de ley empezar el decálogo de bonanzas por ahí, pero sí, hay más. Unas cuantas que hacen que sea uno de nuestros festivales favoritos.
1. EL MARCO NATURAL Y SU ESCENARIO INIGUALABLE
Los conciertos más relevantes del cartel se celebran en un escenario flotante, situado en el embalse de Lanuza, en pleno Valle de Tena y a apenas unos kilómetros de la frontera francesa. La estación de esquí de Formigal es el enclave más conocido de la zona, pero Lanuza (que ha recuperado el pueblo sepultado un día bajo las aguas) tiene un sabor especial. En la ladera que llega hasta el escenario, antaño graderío natural, se ha construido un anfiteatro que facilita las cosas para la audiencia, sin perder un ápice de encanto.
2. EL DISEÑO GRÁFICO DE LOS CARTELES
Isidro Ferrer, oscense de adopción y Premio Nacional de Diseño en 2002, ideó en la octava edición el camello de tres jorobas que ha servido desde entonces como emblema del festival. Una de las riquezas de Pirineos Sur en cuestión de imagen es que su cartelería ha surgido de talentos muy diversos, como el marroquí Kalamour (autor del afiche en 2015) y otros nombres de postín como Antonio Santos, Elisa Arguilé, Soly Cisse, Víctor Gomollón, Mikel Urmeneta, Miguel Mainar o Yolanda Agudo. Zona de Obras también está en este grupo.
3. ATENCIÓN A LATINOAMÉRICA
Calle 13 en Pirineos Sur
El continente americano siempre ha tenido presencia en el programa, tanto musical como de otras disciplinas artísticas. El montevideano Osvaldo Fattoruso estuvo en el cartel inaugural de 1992 y, desde entonces, una pléyade de talentos latinoamericanos ha circulado por los escenarios del festival: en 2010, por ejemplo, la lluvia de referencias derivó en aluvión. El año pasado, Calle 13 llenó hasta la bandera. En la edición 2016 hay un guiño a la vanguardia brasileña con BNegao & Seletores de Frequência (día 26, Sallent) y una noche diversa el 29 en Lanuza con Rumbanamá (homenaje a la rumba), Chico Trujillo de Chile, Chancha Vía Circuito de Argentina y los Cuban Beats All Stars (ex Orishas).
4. SALLENT, SEDE COMPLEMENTARIA
La bellísima localidad que sirve de base de operaciones al festival es uno de los pueblos más bonitos del Pirineo. Además, está suficientemente dotado de los servicios básicos, y las vistas que ofrece en su derredor son sencillamente impresionantes. Los conciertos gratuitos y actividades no estrictamente musicales del festival se desarrollan allí con periodicidad diaria. La gastronomía local, la artesanía, los talleres pedagógicos, el circo… todos esos ingredientes alegran el corazón y, en el caso de las apuestas de mesa y mantel, las papilas gustativas del más exigente.
5. PROYECTOS COLABORATIVOS
La gran apuesta integradora de este año es la mentada Rumbanamá. Músicos de Cuba, África (Congo, especialmente), Francia, Brasil España e incluso China (por la especial conexión del país asiático con Santiago de Cuba y el oriente de la gran isla antillana) se unen para rescatar y redimensionar los clásicos rumberos desde todos los lugares en los que este género cobró identidad propia. En el pasado reciente, el festival hizo cuajar una colaboración directa con L’Boulevard de Casablanca (Marruecos), con proyectos conjuntos gestados para la ocasión.
6. COLOR CAFÉ: BÚSQUEDA DE NUEVOS PÚBLICOS
Marcel Baigés i María Arnal
El escenario sallentino tendrá este año tres tardes de música sosegada a la hora del café. El libanés Bachar Mar-Khalifé entreteje piezas únicas, que abordan la electrónica ambiental desde una óptca jazzística, mezcla teñida por la tradición de su tierra. Marcel Baigés i María Arnal (increíble lo que sale de la garganta de María, por cierto) practican la hechicería a guitarra y voz, y Yorkston Thorne Khan aúna las tradiciones escocesa, irlandesa, india e inglesa en su cuidada rendición folk.
7. FIGURAS EN EL PODIO MUNDIAL
Paco de Lucía en Pirineos Sur
Paco de Lucía ofreció allá en 2014 su último concierto en España. Ya había estado en 2004, año en el que compartió cartel con otro gran talento recién desaparecido, Papa Wemba. Toumani Diabaté, el genio maliense de la kora, es uno de los emblemas del festival, al que regresa este año junto a los Carmona en el proyecto Songhai. Tito Puente, Cesária Évora, Taj Mahal, Nusrat Fateh Ali Khan, Alpha Blondy (otro que regresa ahora), Compay Segundo, Juan Fornell y Los Van Van, Bunbury, Café Tacuba, Bajofondo, Andrés Calamaro o Goran Bregovic son otros líderes de sus respectivos segmentos musicales que han actuado en Pirineos Sur.
8. PROGRAMACIÓN COMPLEMENTARIA DE NIVEL
Five Quartet Trio
En muchos festivales, la oferta ajena a la música suele servir para engordar el dosier, pero no se cuida de manera suficiente. Pirineos Sur mima esta teórica contigencia, haciéndola aporte necesario. En 2016, por ejemplo, brilla la exposición de la fotoperiodista aragonesa Ana Palacios sobre la situación de los albinos en el África negra. En cuanto al séptimo arte, el ciclo Ellas son cine brinda este año talento de procedencia africana, y el espectáculo circense de los italianos Five Quartet Trio apunta muy alto.
9. DIVERSIDAD DE GÉNEROS
África futura: Konono Nº 1 y Batida (Foto: Vera Marmelo)
Quien asocie Pirineos Sur con la percusión subsahariana, la cumbia o la música zíngara peca de reduccionista. Afortunadamente, la presencia de estas subcategorías ha sido profusa en los programas del último cuarto de siglo, pero también la tradición andina, la electrónica fronteriza, el folclore oriental, la canción de autor española, el ska, el rock, el son, el blues, el funk o el hip hop en sus más diversas encarnaciones, entre muchos otros aires; el festival, ciertamente, también peca… si la voracidad y el uso curioso del periscopio pueden considerarse pecaminosos. Este año, por cierto, toca afrofuturismo, con ocho tandas consagradas a esta corriente.
10. DE LUIS A LUIS
Luis Lles presentando la programación de Pirineos Sur 2016 en Aragón TV
El fundador, Luis Calvo, ha estado al timón veinticuatro años, y pasa ahora a ocuparse del Festival Camino de Santiago. Este es el primer reto para Luis Lles como director de Pirineos Sur. Pocas personas podrían tomar mejor el relevo, tanto en la programación como en la logística: locutor, periodista, crítico musical, investigador cultural incansable, fundador y director del festival temático Periferias de Huesca (punta de lanza en los proyectos españoles de vanguardia durante la última década y media) y artista ocasional. Cuando el cuerpo se lo pide, sube a escena como DJ o 50% del dúo Ludotech, que comparte con el músico Juanjo Javierre, puntal en la nueva estructura de la cita.
11. NIÑO DE ELCHE
Sí, también está aquí. Y gratis.