Los pasados 18 y 19 de octubre se llevó a cabo la sexta edición del festival Tecate Coordenada en la ciudad mexicana de Guadalajara. Allí se reunieron miles de personas para celebrar las músicas alternativas, tradicionales y de vanguardia para situar a este evento como una cita imperdible. Fuimos testigos de lo que ocurrió y aquí destacamos diez puntos álgidos.
UNO
Antes que nada hablamos de la ciudad y su relación con la cultura. Guadalajara ya es un importante foco cultural nacional e internacional; actividades como la FIL (Feria Internacional del Libro, la más importante de América Latina), el FICG (Festival Internacional de Cine) y la FIMPro (Feria Internacional de la Música), han logrado que muchas miradas recaigan en la ciudad y se aleje la idea de que todo pasa sólo en la capital de México. A estas propuestas anuales, hay que sumar desde hace seis años al festival Coordenada, cita imperdible para los amantes de la música alternativa.
DOS
El nombre de la agrupación chihuahense de country Caballo Dorado prometía el encuentro con uno de los sonidos más populares en cada fiesta mexicana. La esperada coreografía masiva en las canciones No rompas más y Payaso de rodeo sumó puntos a la primera presentación de la banda en el festival tapatío. La expectativa fue más que superada: ver a generaciones juntas, sin importar que fueran rockeros o fresas, como lo dijo el vocalista del grupo Eduardo Gameros, fue un momento inolvidable, como también la compañía de la banda de rock tapatía Machingon con la que crearon una fiesta para todos los asistentes.
TRES
El sonido alternativo rioplatense fue otro punto dominante en el Coordenada con agrupaciones que empiezan a calar en el público mexicano como Bandalos Chinos o La Burrita Cumbión, sumándose también los clásicos y ya consagrados Babasónicos, No Te Va Gustar o La Vela Puerca. Esta última banda abrió el escenario el sábado como parte de la gira de su álbum Destilar, y puso a cantar a una sola voz a los asistentes que llegaron desde temprano para no perderse ningún detalle de su show.
CUATRO
La maldición de la ausencia de los japoneses de Tokyo Ska Paradise Orchestra después de la cancelación de su concierto en 2017 se rompió el sábado cuando, por fin, sonaron sus ritmos sabrosos. A pesar de que su presentación en el tercer escenario, uno de los más pequeños, fue corta debido a retrasos, fue magnífica gracias a un su set efectivo que puso a bailar a cientos de asistentes madrugadores. Jolgorio y tertulia en su punto más caliente.
CINCO
El rock sigue siendo el plato fuerte del Coordenada. Muestra de ello fue la presentación del británico Billy Idol, que atrajo público de diferentes edades para ofrecer un concierto brillante en el que dio cuenta de sus cuarenta años de carrera. Éxitos como Rebel Yell, White Wedding y Dancing With Myself resonaron en la explanada mientras los coros de los tapatíos ahuyentaban a la lluvia guiados por la leyenda.
SEIS
Con su gira «30 Café Tacuba», el grupo mexicano calentó la noche con todos sus éxitos, ofreciendo un viaje nostálgico y contemporáneo con canciones como Eres, Chilangabanda (con el trapero mexicano Alemán acompañando a Rubén Albarrán), Las flores y tantas otras. El show alcanzó su pico más alto con una hermosa versión del clásico El baile y el salón. Café Tacuba sigue emanando felicidad y agradecimiento desde el escenario sin perder su espíritu crítico hacia el poder y en favor del pueblo.
SIETE
La noche del viernes, mientras miles de espectadores coreaban a Café Tacuba, los seguidores más fieles de la música alternativa española presenciaban uno de los conciertos más emotivos del festival. En el escenario tres, el cantautor asturiano Nacho Vegas cerraba su gira de Violética acompañado por una banda de la que también se despedía con gratitud después de tantos años en carretera: León Benavente. Vegas brindó un show poderoso, emocionante y político frente a un público que no dejó de cantar y pedir más. Al día siguiente León Benavente haría lo propio en un concierto que progresivamente fue subiendo el ánimo y el asombro de los asistentes gracias a un sonido arrasador. La música española también dejó huella en el festival con la contundente presentación de los ya veteranos madrileños de Ska-P, y con Belako, que logró atrapar al público tapatío con su sonido post-punk.
OCHO
Abriendo jornada el grupo brasileño Francisco el Hombre demostró por qué es una de las revelaciones latinoamericanas del momento. A pesar de que el público recién comenzaba a llegar al recinto, la banda tocó como si estuviera ante miles de espectadores. Honestidad fue lo que caracterizó su show, tanto en su música como en su mensaje. El concierto fue dedicado a su compañera de banda que minutos antes se indispuso y no pudo actuar, pero en su honor y con un sol intenso el grupo hizo un esfuerzo aún más grande para repartir alegría en la calurosa Guadalajara.
NUEVE
Al fin se le cumplió a Guadalajara poder escuchar al guitarrista Juanes. En toda su carrera sólo había actuado en fiestas privadas pero nunca había tocado para el público masivo en la ciudad. El paisa trajo un poco de cumbia y vallenato colombiano en un show que mezcló nuevos temas con clásicos del pop latino como A Dios le pido y La camisa negra, para darle gusto a todos los tapatíos que lo esperaban, le agradecían, aplaudían, bailaban y, sobre todo, cantaban. Pura buena vibra con Juanes, un reflejo del cariño y la amistad que hay entre Colombia y México.
DIEZ
El sábado por la noche, en el escenario principal del Coordenada, la banda estadounidense The National cerraba la presente edición del festival a la vez que ofrecía a miles de seguidores un show impecable, lleno de misticismo y humanidad. El cantante Matt Berninger conectó directamente con el público cuando dejó el escenario y se perdió entre los asistentes de las primeras filas que tampoco dudaron en demostrarle su afecto.