Nacidos en el lluvioso sur chileno durante 1999, Los Bunkers están de regreso después de casi diez años de receso. Concepción, ciudad a la que se podría considerar una suerte de Manchester por la generosa camada de músicos sobresalientes que surgen, es su cuna y su seña de identidad. Durante los años que estuvieron separados, sus integrantes vivieron en distintos países y trabajaron como productores para diversos artistas. Los hermanos Gonzalo y Álvaro López formaron el dúo López, mientras que los hermanos Durán trabajaron en su proyecto Lanza Internacional; e incluso participaron de una súper banda –Pillanes–, integrada también por los hermanos Pablo y Felipe Ilabaca –fundadores del legendario grupo de funk chileno Chancho en Piedra– y el cantautor Pedropiedra.
Todo esto ocurría mientras silenciosamente su audiencia crecía en volumen, cumplía años, integraba a nuevas generaciones gracias al valor que la perspectiva del tiempo le entregó al trabajo del grupo. Sus letras y música atravesaron barreras, viajaron por otros países e ingresaron en los audífonos de su público fiel, que a la vez se renovaba y expandía hacia otros horizontes.
Pero llegó el estallido social de 2019 y con él lo inesperado: Los Bunkers se reunieron y tocaron en un multitudinario concierto en la rebautizada Plaza Dignidad, donde comenzaron a masticar la idea de retomar camino. Siempre «trabajadólicos» y metódicos dieron forma a su retorno de la mano de la composición de nuevo material.
La primera cita fue en Chile con un show íntimo en la discoteca Blondie, dos históricos conciertos en el estadio Santa Laura, más uno más en Concepción. La asistencia a estas presentaciones ha sido una de las más importantes de las últimas décadas en Chile. El número de espectadores en el retorno de Los Bunkers se consagra como un hito para la historia de la música local, como uno de los momentos más importantes en la carrera del grupo.
Ahora que el regreso a los escenarios de una de las bandas chilenas más importantes es una realidad, tenemos una excelente ocasión para repasar cinco motivos por los que uno no debería dejar de pasar la ocasión de verla en vivo si es que se tiene la oportunidad.
1.
Los Bunkers se caracterizan por tener una potente puesta en escena de sus presentaciones en directo, donde las visuales alcanzan gran protagonismo, tanto por la calidad estética como por su valor artístico. Atención: asistir con todos los sentidos alerta.
2.
Los años no han pasado en vano para los músicos. Si los dotes de ejecución con sus respectivos instrumentos ya eran de excelencia hace diez años, hoy sus integrantes se coronan en la experiencia y virtuosismo que entrega la madurez.
3.
Los Bunkers han explorado una amplia gama de sonidos durante su trayectoria. Su propuesta se ha nutrido de una ecléctica representación de estilos musicales. Esto queda en evidencia en sus conciertos, donde hay momentos representativos muy diferentes e identificativos de cada etapa del grupo, cautivados por distintas ramas de la música popular.
4.
Uno de sus últimos sencillos de Los Bunkers es Rey, que aborda temáticas LGBTIQ+ y cuyo texto apoya la legitimidad de transicionar de género. Este hecho posiciona a la banda como inclusiva por abordar de frente las nuevas miradas de la comunidad queer.
5.
Desde sus inicios Los Bunkers tienen un compromiso incuestionable con los Derechos Humanos. Una actitud y postura valiosa y especial para su público. Y mucho más en este 2023, año en el que se cumplen los cincuenta años del Golpe de Estado que instauró la dictadura cívico-militar chilena el 11 de septiembre de 1973.
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