Habría que hacer una apuesta: mencionar, en menos de cinco segundos, una melodía más perfecta y sensible que la de San Vicente, aquella canción del brasileño Milton Nascimento, genio y figura de Minas Gerais, una de las regiones más desérticas y pobres de Brasil, de donde surgió esta voz única y conmovedora. Esa canción, que luego Milton grabó en el fundamental Angelus en los años 90, apareció por primera vez en Clube da Esquina, su álbum de 1972 –grabado con la colaboración de Lô Borges–, precisamente el que lo consagró como autor y cantante. Antes, Milton había conquistado localmente a su público con su trabajo homónimo de 1967, en el que ya despuntaba su amor por lo experimental combinado con lo tradicional. Hoy, ambas obra maestras son reeditadas por el sello inglés Cherry Red Records, una ocasión ideal para redescubrir (o escuchar por primera vez) dos discos indispensables de la música popular latinoamericana.
