En su quinta edición, el festival más largo de Brasil volvió a cederle la calle a la gente y al arte. Una vez más su programación fue una importante muestra de la variedad y calidad de la producción musical actual de Latinoamérica.
La programación ofrecía 101 conciertos, pero con las intervenciones y shows espontáneos, resulta imposible saber con precisión cuantos se llevaron a cabo en la quinta edición del Festival Brasileiro de Música de Rua. Las ciudades de Caxias do Sul, Garibaldi, Flores da Cunha, Bento Gonçalves, Antonio Prado y Farroupilha tuvieron, entre el 15 y el 24 de abril pasados, sus plazas y estaciones de bus y tren transformadas en escenarios para diferentes estilos musicales, convocando a más de 30.000 espectadores.
Sorprendentemente, la música instrumental aportó algunos de los conciertos más potentes y mejor recibidos por el público; así el cuarteto brasileño Yangos ofreció milongas, chacareras y chamamés ejecutados con energía rockera en tres presentaciones inolvidables; el combinado entre los grupos Zingado y Baque dos Bugres hizo bailar a la gente –alguno incluso lloró–, con ritmos de maracatu y toques que le abrían los chakras hasta a aquellos que no creen en los chakras; y el Conjunto Bluegrass Portoalegrense honró su nombre y pudo demostrar que la música callejera de los Estados Unidos encaja muy bien en las sierras brasileñas.
También hubo excelente material cancionero: Pascuala Ilabaca, de Chile, cerró su gira brasileña con un poderoso show; Marco Gottinari, de Brasil, tradujo su filosofia de vida en canciones que tocan el alma; el colombiano Andrés Correa tocó solamente seis canciones pero le bastó para ganar fans locales; y Nicolás Molina se hizo acompañar de diferentes músicos uruguayos y locales para presentar distintas versiones –desde lo más intimista hasta el punk folk– de Molina y Los Cósmicos. Por su parte, Tagore y Cuscobayo, invitados del año anterior, regresaron y pudieron constatar el crecimiento de su popularidad. También es justo mencionar los buenos momentos proporcionados por el rock de los 50 con la propuesta de Lennon Z & The Sickboys Trio; el coro moderno de Meninas Cantoras de Nova Petrópolis; la música erudita de Felipe Karan & Leonel Costa y la electrónica de Phoro y DJ Patrick tor4.
