Cuatro son las propuestas para los lectores de Zona de Obras que en esta ocasión nos llegan desde la Red de Periodistas Musicales en Iberoamérica. Empezamos con Humphrey Inzillo, que desde Argentina nos recomienda el reciente disco del cantautor uruguayo Fernando Cabrera, en el que interpreta canciones de sus compatriotas Mateo y Darnauchans. Seguimos con Pablo Ferrer, que desde España destaca al dúo zaragozano Toro; luego con David Cortes, que desde México presenta a la banda regiomontana Mississippi Queens y finalizamos con Jaime Andrés Monsalve, que desde Colombia nos habla del proyecto sinfónico que puso en marcha en aquel país el británico Alan Parsons.
HUMPHREY INZILLO (Argentina)
Fernando Cabrera canta a Mateo y Darnauchans
«En el idispensable Viveza (2002), el uruguayo Fernando Cabrera rendía en Los Eduardos un homenaje a dos referentes que fueron, también, compañeros de ruta: Eduardo Mateo (1940-1990) y Eduardo Darnauchans (1953-2007). Con esas dos leyendas de la música popular uruguaya, Cabrera compartió espectáculos que tuvieron su correlato fonográfico: Mateo y Cabrera (1987) y Darnauchans & Cabrera: ámbitos (grabado en 1990 y editado en 2008). El flamante Fernando Cabera canta Mateo y Darnauchans (Ayuí/Acqua Records), que incluye la participación del Pitufo Lombardo como artista invitado, es la grabación de una presentación del año pasado en el teatro El Galpón, de Montevideo, donde se calza el traje de intérprete para versionar algunas de las piezas más emblemáticas de esos Eduardos, como Mejor me voy, Príncipe azul, Como los desconsolados o El instrumento. En 2010, cuando editó Canciones propias, Cabrera ya era un faro para los cancionistas del Río de la Plata pero decidió trazar una suerte de mapa de sus influencias criollas, revisitando la obra de Alfredo Zitarrosa, Pablo Estramín, Rubén Lena, Anibal Sampayo y Osiris Rodríguez Castillos, además de los Eduardos. Este nuevo álbum viene a complementar esa educación sentimental, aunque sus méritos trascienden largamente la elección del repertorio. Cabrera lleva sus interpretaciones al límite, reinventando las canciones e imprimiéndoles a cada una de ellas su impronta, riesgosa, cautivante, personalísima».
PABLO FERRER (España)
Toro: bajo, pedalera, batería, furia fraternal
«Los hermanos zaragozanos Yoin Rune (bajo, voz) y Guille Buzz (batería, coros) echaron musicalmente los dientes en Velouria, un proyecto de pop guitarrero con ciertos tintes épicos. Hace año y medio, las ganas de transitar otros caminos les llevaron a crear Toro: rock, angst, contundencia y rítmicas atípicas para los mimbres elegidos. Tras una etapa de búsqueda, el dúo empezó a encontrarse. No hay beso sin amor –con el prefacio bajista y distorsionado que homenajea a Hysteria de Muse, la pátina psicodélica en los interludios y ese estribillo atronador– les sirvió como presentación formal. King Of Patio, la reciente ¿Dónde están los amigos? o la demoledora Swag (destinada a hiperventilar las pistas de baile) les han convertido en apuesta segura para los programadores españoles, que empiezan a descubrir el potencial de este tándem tras apenas un EP de presentación. La pregunta del millón de dólares sigue vigente en todos y cada uno de sus directos: ¿de verdad que ese sonido sale del bajo?».
DAVID CORTÉS (México)
En los tiempos de la bola, de Mississippi Queens
«Mississippi Queens es un quinteto de Monterrey, Nuevo León, formado en 2003, pero que recién ahora debuta discográficamente. Diez años en proceso de maduración pasaron las canciones que forman este álbum que musicalmente abreva de distintas fuentes, entre ellas el progresivo, el blues y el rock duro. En realidad es difícil clasificar a la banda en un cajón único, dada la multiplicidad de influencias y géneros que visitan; si bien el cemento que une el todo bien pueden ser las estructuras del rock progresivo, no están los excesos ni manierismos del mismo. En sus letras, el quinteto retrata la realidad, habla de los problemas que han asolado a su estado, así como a todo México e incluso el mundo».
JAIME ANDRÉS MONSALVE (Colombia)
Live In Colombia, de Alan Parsons Symphonic Project
«“No es un secreto: pocas ciudades representan tanto en la actualidad a la música colombiana como Medellín. La segunda ciudad del país, que en su momento llegó a ser el epicentro de nuestra discografía como sede de las tres disqueras locales más importantes (Fuentes, Codiscos y Sonolux) hoy retoma esos fueros gracias, entre otras cosas, a la creación del mercado musical más grande de Latinoamérica, Circulart, y del festival Medellín Vive la Música; a los buenos oficios de la Red de Escuelas de Música que apoya en sus estudios a más de 40.000 niños y jóvenes, y a la aparición de una escena independiente robusta y plena en personalidad. Todo ello es materia que no puede desconocerse para entender por qué una de las figuras más importantes del rock progresivo en su historia decidió que su proyecto sinfónico debería nacer allí. En conmemoración de los cuarenta años de su primera grabación solista y bajo el nombre de Live in Colombia, el célebre ingeniero de sonido, guitarrista y compositor británico Alan Parsons le dio paso a la primera grabación oficial de su Symphonic Project, con el apoyo de la Orquesta Filarmónica de Medellín dirigida por Alejandro Posada. Se trata del registro en vivo del concierto del 31 de agosto de 2013 en el Parque de los Pies Descalzos de la ciudad colombiana, en el que Parsons retoma clásicos como I, Robot, Eye In The Sky, Don’t Answer Me y Games People Play con el nutrido acompañamiento de cuerdas, vientos y percusión clásica. El álbum, que ha sido publicado en doble CD, DVD, Blu-ray y triple vinilo, engrosa las buenas noticias de las localías colombianas, y se viene a sumar a la edición limitada en LP triple que Metallica recientemente lanzó de su concierto en Bogotá durante la gira By Request. Pocas veces llegan hasta Colombia noticias de este tenor. Y desde el mercado oficial, no el del bootleg».
Sobre REDPEM
La Red de Periodistas Musicales en Iberoamérica (REDPEM.IB) tiene como objetivo conectar a los periodistas especializados en música iberoamericana para intercambiar información, generar contenidos, trabajar en conjunto con otras redes (de productores, promotores, agentes de prensa y festivales), facilitar contactos y compartir miradas sobre la profesión y, fundamentalmente, sobre el tema que apasiona a todos, la música.
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