Recomendaciones REDPEM (XXXIII)

Nueva cita con los amigos de la Red de Periodistas Musicales en Iberoamérica (REDPEM) que en esta ocasión nos acercan cuatro propuestas. Empezamos con Enrique Blanc, que desde México recomienda el flamante álbum de la ya clásica MC azteca Ximbo; seguimos con Eduardo Guillot, que desde España destaca a la agrupación catalanoparlante Gener que presenta su reciente Oh, germanes!; continuamos con el mexicano residente en los Estados Unidos –y debutante en esta sección– Mixar López, que se centra en la banda de indie-folk argentina Julio y Agosto; y finalizamos con Diego Londoño, que desde Colombia reivindica la figura de Aj Rua.

ENRIQUE BLANC (México)
Ohkela, debut solista de la reflexiva y elocuente Ximbo
«Hay que dejar claro que Ximbo es una de las figuras más pujantes del hip hop mexicano, estilo que pese a su larga lista de talentos y del éxito indiscutible de raperos como Lng/SHT y Tino El Pingüino, asomaba hace poco del subterráneo para reclamar su lugar. Surgida como parte del seminal crew Magisterio en los años noventa, fundadora del colectivo Mujeres trabajando, la MC azteca que ha estado soltando rimas por más de una década se asume ahora como solista con Ohkela, disco que lanza el activo sello Handiclap Records. Se trata de un álbum en el que la pulcra producción, supervisada por Bial Hclap, favorece la naturalidad de las rimas que Ximbo arma para aludir a distintos temas: el consumismo desmedido en la sociedad (Ohkela), el carácter provisional e individualista del amor (At The Door) y la mediocridad en el género, asumiendo el carácter combativo, crítico y desafiante que lo distingue (Simpatía). De Ximbo, sobre todo atrapa el tono espontáneo que hay en versos que buscan antes que nada comunicar, manteniéndose al margen de clichés y excesivos malabarismos del lenguaje. Valga sumar a este logro la atinada y solidaria elección de invitados, en la que destacan MCs de su generación como Skool 77 y Akil Ammar».

EDUARDO GUILLOT (España)
Gener. El alma al aire
«Gener comenzó siendo el proyecto personal de Carles Chiner, que grabó casi en solitario El temps del llop (Mésdemil, 2014), un notable debut de sonido etéreo (Grizzly Bear, Fleet Foxes, Jeff Buckely) que le sirvió para llamar la atención en la escena musical catalanoparlante. Dos años después, cuenta con una banda sólida formada por Pasqual Rodrigo (bajo), Enric Alepuz (batería), Vicent Todolí «Sangui» (teclados) y César Castillo (guitarra), con quienes primero rodó su nuevo repertorio y luego se fue a grabarlo al Puerto de Santa María, donde el infalible Paco Loco supo capturar la esencia de unas canciones nacidas para ser tocadas en directo. El resultado es Oh, germanes! (Mésdemil, 2016), el disco que Band Of Horses podría haber grabado si no se hubiera echado a perder hace años, una colección de temas que beben del sonido americano y se impregnan de soul (incluso góspel) para propulsar al grupo a territorios más eléctricos que nunca. Tras el collage de la portada, protagonizado únicamente por mujeres e inspirado en Goya y El Bosco (aunque también recuerda Sgt. Peppers) se esconde un puñado de canciones poderosas, entre las que resulta complicado escoger: Vudú contra els senyors de la guerra abre el álbum con unos coros y percusión que zambullen de inmediato al oyente en el mundo de Gener; Les dones se inspira en Ray Bradbury y reflexiona sobre la relación entre masculinidad y feminidad, una constante en todo el disco; Bruixa Bruixa (Al·leluia) es un tema muy personal, con obligatorios ecos del Hallelujah de Leonard Cohen; y así hasta once cortes de los que Jeff Tweedy se sentiría orgulloso, pero que al mismo tiempo están firmemente enraizados en su tiempo y, sobre todo, en su espacio».

MIXAR LÓPEZ (México)
La niebla y la autopista de Julio y Agosto
«Julio y Agosto es una banda de indie-folk de Buenos Aires, nacida en 2007, y que se ha presentado en países como Brasil, España, Francia y Alemania, en los lugares más inverosímiles que te puedas imaginar: festivales, bares, casas privadas y hasta en la mismísima calle; una agrupación que tiene como himno «lo cotidiano y lo contemplativo». Está conformada por Santiago Adano, Leandro Aspis, Marcelo Canelari, Miguel Canelari, Juan López Peña, Manuel Katz y la guapísima Luciana Cúneo. Estos siete músicos alborozados tienen en su haber cuatro álbumes: Julio y Agosto (2012), El ritmo de las cosas (2014), Canciones del desastre (2014) y La niebla y la autopista (2016). La banda –que por cierto acaba de realizar gira por México– es un crescendo de alegría, de talento, de melodías y buenas letras; letras estructuradas, naturalistas sobre la monotonía y el cese o el camino arduo de la tristeza, pero siempre rumbo a la prosperidad. Una perfecta oda a la música, un folk desenfadado y vientos maniáticos, metales que te harán pasar un buen momento, dejar las preocupaciones de lado y rendirte al embeleso de su música campante y a veces melancólica. Mermelada sobre pan tostado, beso primerizo de chica rubia, céfiro en la cara, olor a yerba requemada, regocijo, talante frágil y beligerancia diurna. Una banda que sabe bien acariciar los oídos del escucha, que sabe tender abrazos, que estará ahí para siempre, para ti, porque sabe ser la aliada de tus oídos, la compañera de tu persona y de tu triste figura bajo los olivos de cemento en una ciudad impronunciable. Julio y Agosto sabe mucho acerca de la amistad, y se convertirá en poco tiempo en tu mejor adepto, tu mejor amigo».

DIEGO LONDOÑO (Colombia)
Aj Rua, una voz generacional para el rock colombiano
«Los sonidos como la vida misma se renuevan, cambian de piel. Este es el caso de la voz de Andrés Rúa. Sus canciones le cantaron al oído a una generación de rockeros colombianos que crecieron con su voz, con sus historias y con su manera de interpretar el mundo a través de la recordada agrupación Rey Gordiflón. Pero esa es una historia que quedó atrás y ahora, como solista, este personaje nos presenta su nuevo horizonte, su piel sonora, su tatuaje musical y su esencia. Nos grita «¡Ey, acá estoy, sigo vivo y con más fuerza que nunca!». Aj Rua, es la reunión de experiencia, diversidad sonora, guitarras con ganas de contar historias y una ferviente necesidad de rocanrol. Así nos presenta nuevas canciones, todo un bálsamo para recordar buenos momentos y mirar hacia adelante con su voz que impulsa pasiones».