Recomendaciones REDPEM (XXXIV)

Llega una nueva tanda de recomendaciones de la Red de Periodistas Musicales en Iberoamérica (REDPEM) para los lectores de Zona de Obras. En esta ocasión son tres las propuestas, variadas como de costumbre. La primera, del argentino Humphrey Inzillo, nos traslada hasta Uruguay para acercarnos el flamante álbum de versiones publicado por Rossana Taddei; la segunda, del colombiano Jaime Andrés Monsalve, se centra en el sonido palenquero de sus compatriotas de Kombilesa Mi; y la tercera, propuesta por el mexicano David Cortés, pone el foco sobre el trío femenino azteca de garage y punk, Kira.

HUMPHREY INZILLO (Argentina)
Semillas, de Rossana Taddei
«En una síntesis del cancionero latinoamericano, que funciona también como el registro de cierta educación sentimental (personal y colectiva), la cantautora uruguaya Rossana Taddei explora en el flamante Semillas su faceta como intérprete y arregladora. Entre la impronta folclórica y el pop, Taddei construye un entorno sonoro amable y encantador, en un derrotero que une naturalmente a Gustavo Cerati (notable versión de Cactus, que abre el álbum) con el clásico Río de los pájaros, de Aníbal Sampayo, o que le permite citar al Jealous Guy, de John Lennon, en Negrita Martina, de Daniel Viglietti. La elección del repertorio une standards de distintas regiones del continente (como el clásico litoraleño Ky Chororo) con gemas ocultas como Copiando la lluvia, de Fernando Cabrera, cuya participación especial agiganta a éste disco. Taddei se apoya en una banda notable, sostenida por el maestro Gustavo «Cheché» Etchenique, una eminencia de la batería y la percusión en el Río de la Plata, y cierra el álbum que también revisita a Violeta Parra, Víctor Jara y el Cuchi Leguizamón, casi a manera de coda, con Dont Give Up, de Peter Gabriel, mostrando allí sus dotes como clarinetista».

JAIME ANDRÉS MONSALVE (Colombia)
¡Así es palenque!, de Kombilesa Mi
«Desde siempre, la música colombiana de herencia africana se ha visto permeada por influencias sonoras de otras latitudes. De todas ellas, acaso la del hip hop haya sido una de las más enriquecedoras. En el caso de la costa Pacífica, por ejemplo, el nivel de identificación de jóvenes artistas tradicionales con los elementos que acusa el acrónimo «rap» (Rhythm and Poetry) ha dado como resultado la aparición de figuras como Alexis Play, Cynthia Montaño y, en un sustrato mucho más universal, ChocQuibTown. El caso de Kombilesa Mi («Mis amigos» en lengua tradicional palenquera) es absolutamente excepcional. Colectivo proveniente de la costa Caribe, reúne a una serie de jóvenes interesados en contar en clave de MCs las historias de la comunidad de San Basilio de Palenque, población humilde a escasos kilómetros de la turística Cartagena de Indias, y lugar histórico por ser el primer territorio afroamericano libre del yugo de la esclavitud. Buena parte del asombro que genera el «kuagro» (palabra que define a los clanes en la población) estriba en el empleo de instrumentación tradicional palenquera, representada en tambores alegre y llamador, tambora, maracas y marímbula; y en el uso de la lengua territorial en la narración de historias cotidianas, denuncia social y mucha y muy deliciosa juerga. Más allá de eso, Kombilesa Mi, que presenta al mundo todas estas particularidades en éste, su primer trabajo discográfico, trabaja como una organización que apoya las iniciativas culturales de una población considerada, gracias a tradiciones como el formato de sexteto palenquero o la música de entierros llamada lumbalú, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco».

DAVID CORTÉS (México)
Yo no escuché, de Kira
«Son tres, pero cuando la música comienza parece haber un ejército detrás de ellas. Kira forma parte de una nueva generación de mujeres mexicanas que han encontrado en el punk, el hardcore y hasta el metal, un vehículo idóneo para expresar vivencias, anhelos, deseos y frustraciones. No esperen muestras de virtuosismo, ni solos pirotécnicos; en su lugar hay intención de hacerse de un sonido rugoso, pero que no por ello deje a un lado la melodía. Diana, Paulina y Zianya van por lo directo, desconocen los afeites y entregan trece composiciones más cercanas a lo crudo que a lo cocido. Estamina pura».