Recomendaciones REDPEM (XXXVIII)

Una vez más con todos nosotros las recomendaciones de los miembros de la Red de Periodistas Musicales en Iberoamérica (REDPEM) para los lectores de Zona de Obras. En esta oportunidad, desde Cuba, Rafa G. Escalona presenta lo nuevo de la célebre cantante de su país Daymé Arocena. Luego, el español Pablo Ferrer viaja musicalmente hasta República Dominicana con Masrhón; Humphrey Inzillo, en Argentina, destaca una nueva unión entre el jazz y el rock. Desde Los Ángeles, Betto Arcos se remite a una banda de tradición familiar proveniente de Nicaragua. Y el mexicano Juan Carlos Hidalgo nos habla de una novela que hace apología del denostado género de la balada.

RAFA G. ESCALONA (Cuba)
Cubafonía, de Daymé Arocena
«La cubana Daymé Arocena crece a velocidad crucero. Con Cubafonía, su segundo álbum, la chica de Diez de Octubre sigue consolidando una carrera que la perfila como una de las voces más originales del panorama sonoro de la isla caribeña. Aunque en el disco destaca el mayor protagonismo de los vientos, en particular en temas como Mambo Na’ mà, Arocena continúa abonando el camino de sus discos anteriores: un trabajo vocal poderoso e impecable, que apela lo mismo al scat que a la tradición de la música popular cubana, apoyado en algunos de los más finos instrumentistas de la reciente camada de jazzistas cubanos (Emir Santacruz, Gastón Joya y Jorge Luis Lagarza, por mencionar algunos). Once cortes que nos llevan a pasear por las inquietudes de una artista en ascenso, que no escatima en combinar los sonidos afrocubanos, el jazz, el funk y el pop más contemporáneo, en un sabroso ajiaco ante el que muy pocos pueden quedar impasibles».

PABLO FERRER (España)
Magnánimo, de Masrhón (República Dominicana)
«El trío dominicano vuelve a grabar después de un barbecho que ha durado demasiado: diez años, salpicados únicamente por directos de ‘mantenimiento’ motivados por los regresos a casa de algunos de sus miembros, viajeros vocacionales por el planeta. Aliosha Michelén, Juan Martínez y Adolfo Guerrero suman a la parcela vocal (fraseo y canto) la tarea de productores en esta banda de trip hop, que parece sacada directamente del barrio jamaicano de Bristol, hace un cuarto de siglo, cuando Tricky y Mushroom (sí, hay guiño, pero ojo que es doble, cosas del Caribe y el licor dorado de caña) se inventaron Massive Attack. Con las guitarras de Marino Peña y la mano maestra de Davior en las secuencias, Masrhón revive las atmósferas cargadas y rimas lacerantes de sus primeros trabajos, Mucha nada (editado en 2005) y Reinvent (en 2007, en comandita con MC Gnómico). De temas como aquél pegajoso Cosa clara o Sobremesa, pieza incluida en la banda sonora del videojuego FIFA World Soccer Cup Germany 2006, se pasa ahora al deje hipnótico de Y por qué no, el corte de avanzadilla, que respeta otra idea original del grupo: especiar sus robóticas canciones con sazón caribeño, casi siempre de un modo sutil dentro del lienzo opresivo y maquinal en el que se sienten cómodos… excepto cuando la sangre hierve un poco más de la cuenta en las venas de estos tres androides antropomorfos».

HUMPHREY INZILLO (Argentina)
Pájaro de Fuego con Mariana Bianchini
«Esteban Sehinkman, héroe del rhodes y otros sintetizadores vintage, es el líder y compositor de Pájaro de Fuego, el grupo que llevó a la pista de baile el prog-jazz de aires setentistas. El grupo se completa con el Pipi Piazzolla en batería, Mariano Sívori en bajo y Lucio Balduini en guitarra. La novedad es su colaboración con Mariana Bianchini, ex cantante de Panza, un grupo cuya ambición, con una extensa trayectoria y recomendable discografía, se le escapó siempre a los cánones del rock. Universo invertido es, entonces, un disco de canciones de climas diversos, con puntos altos en baladas como Máquina infernal, la pulsión bailable de Paisaje virtual y el aura jazzística de Ladrón de rimas, sostenidas en el groove de este cuarteto de virtuosos que encuentra en la sensibilidad de Mariana Bianchini la socia ideal para la proyección de sus melodías al espacio sideral».

BETTO ARCOS (México/Estados Unidos)
Cañambuco, La Cuneta (Nicaragua)
«Desde mediados de la década de los años 70, la familia Mejía Godoy es una suerte de institución musical en Nicaragua. Los hermanos Carlos y Luis Enrique Mejía Godoy y sus respectivos grupos fueron la banda sonora no sólo de generaciones de nicaragüenses sino de miles de latinoamericanos, incluyéndome a mí, que crecieron escuchando sus canciones en torno a la revolución sandinista. Por eso no sorprende la alta calidad musical de La Cuneta, un sexteto que cuenta con tres parientes de la familia Mejía y que crea música con una fuerte identidad nicaragüense, con un pie en la tradición, pero con una sonoridad de actualidad. Nominados al Grammy en el 2016 por su disco Mondongo, el nuevo álbum de La Cuneta lleva por título el espíritu de la banda: «Cañambuco es el nuevo sonido de liberación corporal, que desde Nicaragua parte al mundo entero en busca de liberar a todas las personas de sus temores y prejuicios», dicen. Y por si fuera poco, invitaron al gran Carlos Mejía Godoy (autor de la popular canción Son tus perjúmenes mujer) a ponerle su toque especial al tema que le da el nombre al álbum».

JUAN CARLOS HIDALGO (México)
Balada de Testaferro, Paul Medrano
«La balada es un género popular que suele ser denostado por la crítica y el público gourmet, mientras es consumido con total desparpajo por las masas. Es considerado como algo de baja estofa por los exquisitos y una expresión romántica de verdad para la perrada. Así que formar un grupo que sólo quiera tocar baladas es un acto valiente y peculiar. Aquí se cuenta el origen de Los Testaferros, agrupación que se mueve entre las cantinas del puerto de Zihuatanejo en Guerrero, México. Aquí no hay rock sino las correrías sentimentales del líder de tan barriobajera agrupación –quien se enfrenta al rechazo amoroso– y los avatares de una agrupación que le quiere cantar a la derrota y el despecho teniendo a Los Ángeles Negros (Chile) y Rigo Tovar y su Costa Azul (México) como grandes referentes baladísticos. Con gran habilidad literaria, Paul Medrano transforma poemas de escritores jóvenes y los transmuta en las letras de canciones llegadoras y azucaradas a partes iguales. Se trata de uno de los tres libros que inaugura la colección Tinta Sonora de parte de Marvin, una revista que lleva más de dieciséis años potenciando la cultura joven de México. Una lectura desmadrosa, llena de gozo y frenesí».