Recomendaciones REDPEM (LIX)

Con todos nosotros una nueva entrega de recomendaciones de la Red de Periodistas Musicales de Iberoamérica (REDPEM). En esta ocasión, la venezolana Mercedes Sanz debuta en Zona de Obras hablándonos del grupo Insólito Universo. A continuación, la española Lara López nos remite a un disco de 2017 que merece la pena rescatar, acercándonos a una de las más memorables dinastías flamencas. Enseguida, la colombiana Luisa Piñeros nos presenta al bullanguero proyecto de Fabuloso Sexteto Caracha. Complementan la entrega dos caballeros: el mexicano de apellido Blanc y su colega brasileño de apellido Rosa. El primero destaca las ventajas del nuevo álbum de La Barranca, mientras que el segundo nos acerca a la banda de Brasilia de nombre Cachimbó.

MERCEDES SÁNZ (Venezuela)
Vuelve/Décima, de Insólito Universo
«Es como si se encontraran los trabajos experimentales de un Vytas Brenner (que combinaba la electrónica, el rock y la música tradicional venezolana), con los de Un, Dos, Tres y Fuera (creadores del nuevo golpe central, ejecutado sólo con bajo, teclado y batería), la onda nueva de Aldemaro Romero y algo del jazz lounge de Esquivel. Podríamos seguir nombrando más músicos que quebraron las normas en su momento. Y todo eso lo interpreta una voz femenina que recuerda a la muy versátil Cecilia Todd.
Es la imagen sonora que nos construimos al escuchar Vuelve, un joropo psicodélico perteneciente al disco, un single de vinilo de 7″, del proyecto venezolano Insólito Universo, liderado por el bajista Raúl Monsalve, conocido por diferentes agrupaciones, entre ellas Monsalve y Los Forajidos.
Este músico radicado en Francia, se caracteriza por crear propuestas arriesgadas y bien diferenciadas entre sí. Así, Insólito Universo es otra muestra que plantea la música de raíz con elementos de la electrónica, el jazz, el rock, que no permite etiqueta alguna. Décima es el tema del lado B, una tonada cantada por María Fernanda Ruette.
Aventura lisérgica, atmósfera espacial, búsqueda sonora en lo más profundo del llano, de los ríos y los paisajes venezolanos, es la más cercana descripción de la primera entrega de un grupo que promete más en su esperado larga duración, a presentar este año».

LARA LÓPEZ (España)
Caminando con Manuel, de Alba Molina, con Joselito Acedo a la guitarra
«En estas latitudes empieza a concluir la temporada de festivales de verano. Sirva esta circunstancia pues, si me permiten, como excusa para destacar uno de los conciertos más emotivos que uno de estos festivales (no cualquiera: uno de los de referencia en las músicas del planeta, La Mar de Músicas) ha tenido a bien ofrecer en su programación. A veces un buen concierto nos recuerda que detrás hay un buen disco que quizá nos haya pasado inadvertido entre la maraña de lanzamientos. Y si el disco en cuestión es Caminando con Manuel, el álbum que Alba Molina dedicó al repertorio de su padre, Manuel Molina, menos aún. Así que, saltándome quizá las reglas, les voy a recomendar este disco, aunque se publicara en 2017.
El padre de Alba es el Manuel de Lole y Manuel, el dúo que mantuvo durante dos décadas con Dolores Montoya. Fallecido en 2015, cuarenta años después de la aparición de su primer trabajo discográfico, Nuevo día, registrado en Movieplay, ese hombre “humilde”, como le ha calificado Lole en alguna ocasión, pasó con ella a la historia en un concierto legendario, la primera edición del Canet Rock, en 1975.
Aquella histórica madrugada y ante la atónita mirada y la escucha entregada de aquellos intelectuales más afines a géneros más obvios, el flamenco dejó de asociarse a la copla franquista, convenciendo a generaciones venideras y originando lo que se popularizó, también fuera de nuestras fronteras, como Nuevo Flamenco.
Alba Molina habló entonces de cicatrizar heridas, revisitando algunas de las canciones de ese debut, a sabiendas de que no necesitaban ser actualizadas. Pocas letras poseen la profundidad casi alegórica de la poesía que impregna canciones como la bellísima Cuento para mi niño o la propia Nuevo día. El resultado fue un disco desnudo y honesto, sin ningún artificio, Alba Molina canta a Lole y Manuel, junto a Joselito Acedo, quien cuentan que utilizó la guitarra del propio Manuel Molina.
Dos años después, salió a la luz Caminando con Manuel, álbum más reposado e igualmente poderoso, en el que Alba Molina, arropada de nuevo por Acedo, pone de manifiesto un respeto infinito a su ilustre ascendencia de guitarristas, cantaoras y bailaores. Y es el tercer disco que hoy les recomiendo.
Para el anecdotario, con respecto a este último, sepan que cuenta con amigos como Estrella Morente (A ustedes señores míos) y Alejandro Sanz (La plazuela y el tardón). Y en cuanto al concierto celebrado en el patio del antiguo CIM (Facultad de Ciencias de la Empresa) de Cartagena, en la veinticuatro edición de La Mar de Músicas, contarles que subió al escenario Lole Montoya; que estaba lleno; que fue emocionante para madre e hija, pero, sobre todo, para quienes tuvimos la suerte de presenciar su magia en directo.
Y que fue uno de los últimos que compartimos con el director del festival, el ilustre e insustituible Paco Martín, fallecido inesperadamente a mediados de agosto, quien nos regalaba poder hablar de otro de esos momentos inolvidables que hacen que esta vida efímera sea más gozosa. A fin de cuentas, como nos recuerda Alba Molina en Canción de lirios moraos, la “aurora reparte el sol a los hombres y habrá, ya verán, poetas para llamar a las cosas por su nombre”».

LUISA PIÑEROS (Colombia)
Chicha In My Heart, de Fabuloso Sexteto Caracha
«La música tropical de la década de los setenta que emergió en Ecuador, Perú y Colombia tiene ecos hoy en día con la propuesta de Fabuloso Sexteto Caracha, un grupo que cautiva, conecta y nos lleva al pasado, anclados en el futuro, con su amalgama de sonidos que pasan por el son sureño, los pasacalles y por supuesto la cumbia, la cumbia chicha.
El Fabuloso Sexteto Caracha nace en 2014, en Nariño, un departamento al sur de Colombia que limita con Ecuador. Un departamento hoy en día aislado del centro del país por sus altos costos de conectividad, pero que tiene una riqueza infinita de artistas que han sabido capitalizar lo que culturalmente han heredado.
Definir la propuesta de esta banda, es hablar de la música indígena, el sonido tropical y las canciones que por años se han escuchado en el Carnaval de Negros y Blancos, uno de los eventos más representativos de Nariño y que no en vano está considerado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Chicha In My Heart tardó cuatro años en producirse; es una adaptación a esos experimentos cumbieros que en un primer momento agrupaciones como Los Destellos, Los Sharpies, Los Mirlos y Afrosound descubrieron con la llegada de las primeras guitarras eléctricas y organetas. En esa brillante década de los 70, en la que el mundo experimentaba la efervescencia de la música disco, la revolución del rock’n’roll, en esta esquina del continente se produjo pop, rock y música tropical, todo altamente bailable.
Así, en este primer trabajo, FSC dio rienda suelta a esas influencias y se arriesgaró a componer nueve canciones y reversionar un clásico anglo Brother Louie (1986) de Modern Talking. Cabe destacar la sensualidad y caracterización de Gina Vega, voz líder y quien le imprime un sello determinante a cada canción. Recomendadas: Whiskycito, un techno merengue que cuenta con la participación del ecuatoriano Gerardo Morán. Y Enyerbaditos, Cumbia inmoral y Chicha In My Heart, que demuestran la fuerza que hay en su música. Es el Fabuloso Sexteto Caracha, una agrupación indígena, carnavalera y psicodélica».

ENRIQUE BLANC (México)
Lo eterno, de La Barranca
«No hay quién ponga en tela de juicio que La Barranca es una de las agrupaciones más influyentes, duraderas e incombustibles del rock mexicano. Lo eterno es su undécimo álbum. El proyecto que encabeza el compositor, cantante y guitarrista José Manuel Aguilera vuelva a acertar con este racimo de once canciones que ofrecen nuevos colores a un menjurje sonoro que él crea y reinventa desde 1996. En esta ocasión, la distancia con su álbum predecesor –el muy logrado Eclipse de memoria (2013)– está en la coloración sonora que imprime el piano de Yann Zaragoza a algunas canciones; la política y reflexiva Cuervos, entre ellas, así como Escarabajos, donde este recurso consigue momentos de protagonista. Pero sobre todo hay novedad en el experimento continuo que lleva adelante Aguilera con su guitarra y que consigue refrescantes hallazgos en canciones como Anapsique, Astronomia y Ceiba, entre ellas. Es ésta última el testimonio tajante de la imaginación con la que La Barranca sigue tejiendo riffs y solos de guitarra como muy pocos consiguen hacerlo en el rock iberoamericano hoy en día; así como el argumento que reitera el gusto que tiene Aguilera por las atmósferas sombrías y las estructuras de canción que evitan la fórmula a favor de dibujos melódicos que sorprenden y cautivan por su originalidad».

FERNANDO ROSA (Brasil)
Bó, de Cachimbó
«Un trío con integrantes procedentes de distintos estados de Brasil, basado en Brasilia y responsable de uno de los lanzamientos más interesantes del año en el país. Se trata del álbum estrella del grupo Cachimbó, formado por Lai, procedente de Bahía, en voces; Paulo, de Río de Janeiro, en guitarra; y Joao, de Brasilia, en beats electrónicos. En Eu não sou da cidade, canción que abre el disco, se demarca el terreno político-existencial de la banda desde sus primeros versos: “Eu não sou da cidade / mas não volto pro interior / eu não sei onde eu encaixo / pensa que é fácil viver” (Yo no soy de la ciudad / pero tampoco regreso al interior / Yo no sé dónde encajo / piensa que es fácil vivir).
El sonido producido por Cachimbó es un pop que sorprende, una especie de reinvención moderna de la música pop brasileña. A partir de influencias del indie-pop moderno, incluso del latino. Así, de forma humilde y poco pretenciosa este trío airea la música brasileña actual. Riffs y estribillos creativos, poesía sobre lo cotidiano del adulto joven, el feminismo, además de su show danzante, explican la cercanía que el grupo mantiene con un público joven. A pesar de tratarse de su álbum debut, la cantante Lai es ya para la escena actual, una figura destacada entre las grandes intérpretes nacionales gracias a su actitud y el dominio que tiene de su público. Su disco, Bó, promete ya una carrera interesante para un grupo que comienza a circular en festivales locales y nacionales».