Recomendaciones REDPEM 66

Bienvenidas y bienvenidos a la edición 66 de las recomendaciones de la Red de Periodistas Musicales de Iberoamérica (REDPEM). Desde Venezuela, Mercedes Sánz repasa el nuevo disco de Helado Negro, el fantástico gringo-ecuatoriano; Gabriela Robles, desde Ecuador, nos tienta a escuchar lo nuevo de Jazz The Roots; Luisa Piñeros, la Pitonisa del Ritmo colombiana, nos incita a bailar con Chambimbe, un cruce de sonidos producidos en el Valle del Río Cauca; el maestro Fernando Rosa anticipa, desde Brasil, que el nuevo disco de BainanaSystem ya está entre lo mejor de la música brasileña de 2019; y desde el sur, en Argentina, Humphrey Inzillo nos entusiasma a seguir El camino de Leda, un compilado de folclore digital con Chancha Vía Circuito, Tremor y King Coya, entre otros. Leánlas, pues. Escúchenlas a continuación. Y etiqueten a sus amigos para que hagan lo propio.

MERCEDES SÁNZ (Venezuela)
This Is How You Smile, de Helado Negro (Estados Unidos)
«Impredecible e inaprensible son dos palabras que pueden ayudarnos a entender la obra de Helado Negro, un artista en constante búsqueda sonora, haciendo alquimia musical. Roberto Carlos Lange, su verdadero nombre, es un cantautor y productor ecuatoriano-estadounidense, que desde que se dio a conocer no ha dejado de sorprender y, por ende, mantener a la expectativa a críticos y seguidores. Ahora da a conocer su nuevo disco: This Is How You Smile.
A diferencia del anterior Island Universe Story Four, de 2018, este se presenta más acústico y diverso en cuanto a su sonido. Hay coqueteos con el folk, ambientes espectrales, acercamiento a lo orgánico (lo-fi) y a la canción de autor. Es un álbum poblado de añoranza e introspección, y de sentimientos individuales.
El relax cabalga en las doce piezas. En esta producción no se perciben sonoridades galácticas como en placas anteriores, sino más bien se siente terrenal, como si se tratara de una persona que va caminando y nos narra una historia personal o familiar. Hay cuatro temas en español, donde resalta la belleza de Sábana de luz, un folk cantado como una tonada por esa voz etérea que levita, la misma que nos sumerge en el ambiente de ensueño en Todo lo que me falta. Meditación y destellos de recuerdos resumen este gran álbum de Helado Negro».

GABRIELA ROBLES (Ecuador)
Lúpiter, de Jazz The Roots
«Han pasado ya tres años desde que Jazz The Roots nos sorprendió con ese splash de sonidos híbridos entre el jazz y el reggae. Este quinteto con actitud de banda de rock ha dedicado estos años a incubar su propuesta y darle sentido en el tiempo. Sus integrantes viajaron pero continuaron conectados. Crecieron cada uno junto a sus instrumentos, pero sostuvieron la clave de la banda como elemento intocable. Así, Lúpiter se nutre de virtuosismo y de los cristales contemporáneos que le obsequian el hip-hop, el espíritu del soul y del rock, además de la esencia penetrante del reggae.
Jazz The Roots posiciona su concepto desprovisto de una voz principal que dirija las escenas que pintan en sus temas. Y es bajo esta lógica que dan potencia a los colores de sus instrumentos, cada uno con su protagonismo particular en diferentes canciones. Por ejemplo, en Lúpiter, la batería de Raúl Molina nos conduce como si se tratara de una matriarca corpulenta a la que obedecemos sin cuestionamientos. En otros momentos, como en Suerte en el camino o Dicotomía la posta la toma el saxo de Luis “Lord” Sigüenza. En forma de fantasma evocador de añoranza, el piano se apropia de esta voz muchas veces; una de ellas, en la segunda mitad de Blancazo. No contentos con esos detalles con los que construyen su obra, han convocado a grandes músicos, íconos latinoamericanos de sus géneros, acaso buscando pulir el reto lupiteriano: Matiah Chinaski y Koala Contreras en una luminosa colaboración en Viceversa y Tiano Bless despertando la acción en Escucha el silencio. Elegancia fundida con humor, con sed, nostalgia y movimiento. Lúpiter es una sortija que en una hora se construye para luego desaparecer».

LUISA PIÑEROS (Colombia)
Respirar, de Chambimbe
«Ronald Balanta viene del seno de una familia en la que la música es tan natural como el acto de respirar. Sus antepasados son poseedores de los secretos que guardan la maleza, el manglar, la marimba, la selva, las voces. En su pueblo, Santander de Quilichao, donde comienza el Valle del Río Cauca, un territorio indígena y negro, esas músicas conviven con la salsa, la tecnocumbia, chirimías, sonidos de los Andes, violín caucano y currulao. En medio de ese crisol, Chambimbe ha tomado un poco de cada una para producir el álbum Respirar,
que podríamos enmarcar dentro de la world music. Así, desde una pequeña esquina en el Cauca, Balanta dispara beats que magistralmente combina con cantos afro, patrones rítmicos del bombo, el cununo, y el guasá, más melodías de marimba de chonta; y lo escuchan en la India y también en Japón.
La magia está en el punto de partida de Chambimbe: mirar la música tradicional para atravesarla con una naturalidad única por sintetizadores, loops, programas, filtros que realzan el valor de la música del Pacífico colombiano. En este álbum hay muchos sentimientos inmersos, es un disco reposado, catártico, y que le dio la oportunidad a Balanta de viajar por varias regiones del litoral para investigar, escuchar, conocer a los maestros que se dedican a esto y así alimentar con profundidad su propuesta.
En Respirar, quiso rendir un homenaje a la música con la que ha crecido en su pueblo natal, sumado a sus influencias que se expanden más allá del territorio: el ecuatoriano Nicola cruz, el proyecto argentino Chancha Vía Circuito, la electrónica de Berlín, sin duda la unión casi perfecta entre tradición y vanguardia. En sus propias palabras “Cada una de ellas busca llevar a la mente a un estado elevado, de meditación, onírico, a través de la repetición. Un currulao se puede bailar una hora con tambores y bebiendo viche. Y una fiesta electrónica también se puede tener ese trance a través de un bombo sintético. Cada una tiene una búsqueda de contacto supremo o perderse en sí mismo, quería poder llegar a esa simbiosis y unir esos dos cultos que se le hacen a la música”».

FERNANDO ROSA (Brasil)
O futuro não demora, de BaianaSystem
«En medio del clima de fanatismo y conservadurismo que asombra a la sociedad brasileña, BaianaSystem abrió un frente de resistencia musical, cultural y política. En su nuevo disco, bautizado O futuro não demora, el grupo oriundo de Salvador de Bahía, inaugura 2019 con un soplo de esperanza estética y sonora. A bordo de una latino-brasilidad afilada en sonido y poesía, BaianaSystem parte del Nordeste brasileño, atraviesa la Amazonia y llega hasta el Caribe colombiano.
El disco contiene trece temas, divididos en dos bloques –agua y fuego– con la música Melô do centro da Terra separando los climas, que sintonizan armónicamente. El álbum abre con Água, que incluye la participación del clásico dúo Antonio Carlos & Jocafi, que remite a las influencias de João Donato. La latinidad, en su expresión afroamazónica, es introducida en Bola de cristal y gana contornos más nítidos en Sudamericano, con una cita a Las venas abiertas de América Latina, del escritor uruguayo Eduardo Galeano y la participación de Manu Chao. En el momento en que un país de América Latina (Venezuela) se ve amenazado por una posible intervención militar externa, el cantante de BaianaSystem canta: “Voy a seguir cantando para poder contraatacar / Contraatacar / Contraatacar. Voy trazando varios planes para poder contraatacar”. Y en Navio, homenajean a Moa del Katendê, compositor, percusionista, artesano, educador y maestro brasileño de capoeira, asesinado por un elector del actual presidente del país en un bar de la ciudad de Salvador.
O futuro não demora consolida a la banda como una de las más importantes de la música brasileña contemporánea, en la línea evolutiva de grupos como Zulu Nation, Nação Zumbi, Ilê Ayê y Orquesta Rumpilezz. El disco –candidatísimo a ocupar los primeros puestos en lo mejor del año– cuenta con la producción de Daniel Ganjaman, responsable también del anterior (Dos ciudades, 2016), que proyectó a la banda a todo Brasil y también al exterior».

HUMPHREY INZILLO (Argentina)
El camino de Leda. Un tributo a Leda Valladares, de varios artistas
«Todos los temas que incluye este álbum (una colaboración entre el sello argentino Fértil Discos y la disquera catalana Folcore lanzada en forma digital pero también en una lujosa edición en vinilo doble) han sido recopilados por Leda Valladares (1919-2012) recorriendo los valles y quebradas de la República Argentina a lo largo de la segunda mitad del Siglo XX. Craneado por Andrés Schteingart (El Remolón) y Germán de Souza no sólo funciona como un merecido reconocimiento a una figura indispensable en la construcción de una antropología de la musical popular del sur del continente, sino como un mapa de artistas que trabajan a partir de un legado, en este caso una herencia de coplas ancestrales revisitadas desde una mirada contemporánea. El camino de Leda propone un viaje musical por un tiempo y un espacio difuso, un cruce entre el pasado y el futuro, un nuevo cruce generacional post mortem con Leda, que a mediados de los 80 había sido una pieza fundamental de otra experiencia indispensable, De Ushuaia a La Quiaca, aquella travesía de León Gieco producida por Gustavo Santaolalla.
Con buen criterio, la curaduría une a los productores más emblemáticos del folclore digital (el pionero King Coya, Chancha Vía Circuito, Tremor, El Remolón, Uji) con voces contemporáneas como Bárbara Silva, Sofía Viola, Dat García, La Charo y Jazmín Esquivel. Hay algo encantador en ese cruce de sonidos pero también de paisajes, de la calma atemporal de la puna al vértigo actual de la ciudad, con la magia como factor común».