Recomendaciones REDPEM 71

Desde cinco rincones del mundo llegan nuevas recomendaciones hechas por compulsivos periodistas y melómanos que forman parte de la Red de Periodistas Musicales de Iberoamérica (REDPEM). Radicada en Medellín, Sara Melguizo nos acerca al flamenco que cocina con todo rigor en Chile Isma Rivera. Desde España llega la sugerencia de Xavier Valiño, que presenta al proyecto Cupido. Surgidos en la escena musical de Caracas, los C4 Trío –que en fecha reciente ganaron un reconocimiento en la feria EXIB de Portugal– son los músicos distinguidos en esta ocasión por su paisana Mercedes Sanz. Por su parte, David Cortés, desde la hoy conocida como CDMX, comparte su opinión sobre un disco de Luis Pérez Ixoneztli que vio la luz hace dos años pero que merece destacarse y no quedar en el olvido. Y, finalmente, ese jarocho avecindado en Los Ángeles que responde al nombre de Betto Arcos, nos habla de Nella, la cantante venezolana que ahora trabaja en complicidad con el reconocido músico y productor español Javier Limón. Invitados todos a descubrir estas sonoridades.

SARA MELGUIZO GAVILANES (Colombia)
La última cena de los buitres, de Isma Rivera (Chile)
«Destacado desde niño por su conexión con la palabra del universo ancestral de la poesía (a los doce años, en 1997, obtuvo el reconocimiento en el Concurso Nacional de Recitación en la Feria del Libro Infantil de Santiago) y del poder honesto de la música que en sus palabras “no tiene necesidad de mentir”, el chileno Isma Rivera se nombra como cantor, intérprete del cante, consolidando una sólida relación con la estética de la fuerte raíz flamenca, que penetra y representa el sonido de las tierras chilenas en una voz alojada en la garganta, con una disfonía que amplía los colores de su canto y una valentía que transgrede el silencio forzado al que fue sometido durante muchos años el territorio que representa. La última cena de los buitres, canción que da nombre a su nuevo material, es una declaración cruda a su nación que la desviste para reconocerla en la pasión y la tristeza, y seguir amándola en la esperanza que aprendió de la poesía palestina. Este disco corresponde a su segundo trabajo discográfico, después del EP y segundo libro Desbautízame que publicó con la agrupación Errante, y que obtuvo el reconocimiento a Mejor Obra Publicada 2015 en los Premios Lector. Tiene al miedo somnoliento, a la honestidad despierta y a su voz abrazada a la vitalidad de su lápiz; navegando en los movimientos del punk, del rock y de los sonidos de la cultura mapuche, con algunos guiños del rap que siempre ha estado mucho más a la orilla de la poesía. A Isma Rivera lo inspira la fuerza que le emite el sonido de las palabras “zumbido” y “soplo”, y se ancla en el puerto de la música porque quiere remecer e inspirar a muchas más almas. La última cena de los Buitres es un trabajo de la discográfica chilena Sello Precario, bajo la propia producción del músico y compositor».

XAVIER VALIÑO (España)
Préstame un sentimiento, de Cupido
«Parece como que circulan por autopistas paralelas que nunca se cruzan: hablamos del rock de guitarras y el trap. Músicos que no quieren saber de los otros o no entienden lo que creen que va en dirección contraria, públicos compartimentados que no tienen el más mínimo interés por lo que hay al otro lado de la mediana o que se escandalizan si en su festival favorito les colocan un artista del “otro mundo”. Hasta ahora. Porque ya hay un precedente de cruce entre ambos universos, alguien que ha abierto la veda, y todo lo que puede venir después seguro que no hará más que depararnos alegrías.
Se trata de Cupido, una banda formada de casualidad y casi sin que sus dos partes supieran nada de la otra. Por un lado está el barcelonés Pimp Flaco, uno de los estandartes del trap en España. Y, por otro, Solo Astra, un cuarteto canario-madrileño que hasta ahora estaba encuadrado en los confines del pop psicodélico. El primero andaba buscando una banda para que le acompañase en directo, y los responsables del sello discográfico Subterfuge le propusieron a los segundos.

De esto no hace ni un año. De ese improbable encuentro al que ambos llegaron un tanto desconfiados de su resultado, surgió una de las canciones más contagiosas y sorprendentes de los últimos tiempos, con su perfecta colisión entre las músicas urbanas y el pop: No sabes mentir. Desbrozado el camino, Cupido ha seguido componiendo, al menos otras siete canciones que, junto a la ya citada, integran su disco de debut, Préstame un sentimiento.
De su entente cordial han surgido unos textos románticos, situados en una actualidad marcada por las redes sociales, y un sonido elegante y preciosista que incluso puede llevar hasta los mejores días de Golpes Bajos, con momentos adictivos como el citado No sabes mentir o, también, Milhouse, U Know y El tiempo es oro. La sorpresa es aún mayor cuando uno se plantea por qué no se le había ocurrido a nadie antes. Y las posibilidades, infinitas: su aventura no ha hecho más que empezar, sin saber siquiera hasta cuándo durará, mientras la siguen perfeccionando ahora que han traspasado las direcciones prohibidas.

MERCEDES SANZ (Venezuela)
Tiempo al tiempo, de Luis Enrique y C4Trío
«Al C4Trío hay que agradecerle su empeño en llevar el cuatro venezolano a cualquier escondite del mundo, a cualquier poblado desconocido, para que conozcan este instrumento. Pero hay más, al C4Trío también hay que reconocerle su afán por salirse de la zona de comodidad, es decir, tocar un sinfín de géneros internacionales, más allá de la música tradicional venezolana. Esto lo demuestran en cada disco, vídeo, concierto. Y ahora vuelve a sorprender con otra entrega: Tiempo al tiempo, junto a un cantante al que no se le conoce precisamente por interpretar ritmos criollos de su país de origen ni de otro.
¿Quieren escuchar Date un chance en joropo? Bueno, se trata del salsero nicaragüense Luis Enrique, a quien oímos entonando gaita de tambora (Añoranza), tonada (Tonada en melancolía), otros joropos (Suéltame o Ay de mí), y más corrientes venezolanas, aparte de fusión latina. El álbum contiene nueve temas: tres versiones y seis originales concebidos por el cantautor y el cuarteto para este trabajo, asunto que le agrega el valor compositivo, aunado a los arreglos y ejecuciones.
Tiempo al tiempo es una obra que nos habla de una parte de la actualidad de la música venezolana y latinoamericana: propuestas que se basan en géneros autóctonos locales, elaboradas por músicos no tradicionalistas ni conservadores, con nuevos enfoques».

DAVID CORTÉS (México)
The Mountains Of Madness, de Luis Pérez Ixoneztli
«Aunque se editó hace un par de años, la mala distribución que ha acompañado a este disco le ha impedido una mayor difusión. A Luis Pérez le corresponde ser pionero en la fusión de instrumental precolombina con rock y música electrónica y por tanto uno de los bastiones del llamado etno rock. En este, su más reciente trabajo, compuesto por siete cortes o “movimientos” que nacen de un moog analógico y cuyo fundamento se asienta en la electrónica de Stockhausen, Pérez añade los instrumentos precolombinos, más un berimbau y un oud. Sobre una textura microtonal y atmosférica generada por el sintetizador, él tiende percusiones, flautas, ocarinas y el resultado es una obra que ya tiene poco de rock y se acerca más a un trabajo de música electrónica contemporánea, una veta que le ha interesado explorar con mayor frecuencia en los años recientes al compositor. Por momentos hay pasajes intrincados, otros oscuros, las más de las veces es experimentación y en The Descent, el “movimiento” final, incluso incorpora la voz. The Mountains Of Madness, editado por Terraza Records en 2017, es la peculiar visión que Pérez Ixoneztli tiene de la novela homónima de H.P. Lovecraft y como en ella, aquí también hay mucha oscuridad».

BETTO ARCOS (Estado Unidos/México)
Voy, de Nella
«A veces, llegan voces que revisten y renuevan la música pop latina con nuevos colores y ricos sabores. Tal es el caso de Nella, joven cantante de Venezuela, afincada en Nueva York, que hace su debut con un disco producido por el guitarrista español Javier Limón. Con trece canciones de su autoría, muchas con un aire y sabor a flamenco, el productor escribe en el interior del disco: “Estas canciones dejaron de ser mías para ser, en una voz rota y limpia a la vez, propiedad de su garganta y de su corazón”.
Marianella Rojas, nacida en la caribeña Isla Margarita, no quiso obviar su identidad. Sólo hay algunos guiños musicales que nos remiten a la rica sonoridad de su tierra, a través de la colaboración a dúo con el cantante Ilán Chester y la presencia del cuatrista Jorge Glem en un par de temas. Y es que no hace falta. La canción Volveré a mi tierra (que cuenta con un conmovedor vídeo) nos dice mucho donde la joven cantante tiene los pies, y el corazón:

“Volveré a mi tierra,
Venezuela grande, querida y eterna
volveré a mi tierra
a cantarle al mar y a la luna llena
volveré a mi tierra
donde está mi gente valiente y despierta…”».