Seremos honestos: tenemos debilidad por Xenia Rubinos. Esperamos con ansias cada una de sus nuevas canciones y nunca dejan de sorprendernos. Ahora lo hace nuevamente con Sacude, un tema intenso, electrizante y vital.
Sacude fue la canción que rompió el silencio, la primera que escribió Xenia Rubinos en mucho tiempo y técnicamente la primera que hizo para Una rosa, su próximo álbum que se publicará vía Anti-Records el próximo 15 de octubre. Era una especie de mantra para ella, lo que se decía a sí misma para sacudirse la depresión en la que se encontraba. La canción, que comienza con una clave constante y una armonización dulce a capela, se convierte rápidamente en un ritmo pesado, electrificado y tartamudo que le da un matiz siniestro. «No es una rumba, pero es mi rumba», dice Xenia.
Se trata del quinto single de Una rosa, disco que llegará cinco años después de su aclamado lanzamiento de 2016, Black Terry Cat, que el New Yorker calificó de «música rítmicamente feroz y vocalmente generosa que se desliza a través de la red de cualquier género conocido». Una rosa es una obra cinematográfica, un espacio nocturno imaginado en el que te transportas a través de las vidas de varios personajes, todos ellos pintados sonoramente en cada pista.
Sacude es pura Xenia, aunque en la canción se nutre de las influencias de ídolos como la dominicana Rita Indiana («Sacude es mi El juidero, es mi reimaginación o recuento de ritmos y melodías que he escuchado toda mi vida y que llevo dentro»), e influencias de Los Muñequitos de Matanzas, un aclamado conjunto de rumba cubana de los años 50; soneros como Willie Colón y las parrandas navideñas puertorriqueñas de cuando era niña (Xenia es hija de madre puertorriqueña y padre cubano).
Así, la canción, con un ritmo de hip hop de la vieja escuela, es una vital invitación al baile más heterodoxo.