Desde Argentina, Los Auténticos Decadentes comienzan la celebración de sus treinta y cinco años de vida con la publicación de una versión de Los viejos vinagres, de Sumo. Se trata del primer adelanto de la trilogía ADN, en la que la banda reversionará grandes clásicos de la música popular que marcaron su trayectoria.
Resulta complejo explicar la importancia de Los Auténticos Decadentes a aquellos que no conozcan a la banda y el concepto que la contiene. Alguna vez dijimos, sin temor a exagerar, que se trata del paradigma de la cultura popular argentina de las últimas décadas. Es que pocos como ellos pudieron reflejar en canciones la historia de los tiempos que les (nos) tocó vivir.
Sin complejos, aquel grupo amateur que coqueteaba con la escena punk de finales de los 80, llegó a convertirse en una referencia de la música popular argentina y consiguió también conectar con una importante audiencia en toda América Latina. Es que Los Auténticos Decadentes se atrevieron y atreven con todo; ningún género musical les resulta ajeno y lo que tocan lo convierten en una fiesta popular de manera natural, espontánea. Eso les diferencia de la enorme cantidad de grupos de «mestizaje»: tiene un ADN que los hace únicos y creíbles. Ellos son así.
Y justamente para celebrar sus treinta y cinco años de vida, Los Auténticos Decadentes presentarán su ADN, una trilogía de álbumes que comenzará con la edición de A en noviembre próximo, en los que la banda revisitará grandes clásicos de la música popular que marcaron su trayectoria, acompañados de compañeros de viaje de toda Latinoamérica. Así, ahora aparece Los viejos vinagres, primer avance de A. Y nada más atinado que comenzar este ambicioso proyecto con el clásico incombustible de Sumo, una de las bandas más importantes de la historia del rock argentino, y de la que unos jovencísimos decadentes eran declarados fans.
Acompañados por Panteón Rococó, de México, Los Auténticos Decadentes entregan una versión Siglo XXI de una canción que marcó una época y cuyo contenido sigue siendo vigente en 2021. Ese grito de guerra («Estoy rodeado de viejos vinagres, todo alrededor» / «Para vos lo peor es la libertad») suena tan actual que asusta.
La canción se acompaña de un videoclip «autobiográfico» en el que se puede ver a unos jovenzuelos que rondan los veinte años alucinando mientras escuchan Llegando los monos, disco de Sumo que contiene Los viejos vinagres; emocionándose mientras se reparten entradas para ver al mítico grupo de finales de los 80 liderado por el carismático Luca Prodan y ensayando en una habitación hasta que un familiar los echa…
Como broche de oro del vídeo, la aparición de un inquietante Roberto Pettinato (miembro de Sumo) con una pluma medieval para hacer firmar su primer contrato a unos adolescentes que aun estaban aprendiendo a tocar y que con el paso de los años terminarán convirtiéndose en un nombre clave de la música popular argentina contemporánea.
