Los salvadoreños de Carrot dejan atrás la timidez y muestran mayor personalidad musical en Trampolines, su nuevo EP en construcción del que ya liberaron seis canciones. La más reciente está acompañada de un buen videoclip y lleva por nombre Me pierdo.
Carrot hizo un parteaguas en 2019 con su sencillo Liviano, un tema que a la fecha bien podría ser el emblema de la banda para describir el tipo de música que hace. Como pocas veces sucede, la canción estaba entre las favoritas de su público desde antes de la versión de estudio. También se convirtió en puente para pasar del inglés de su EP de debut, Demo Tapes (2017), al español de su nueva producción, Trampolines, que está liberando a través de sencillos este año.
El EP estará compuesto por siete canciones, seis de estas ya fueron publicadas. La más reciente, Me pierdo, está acompañada por un buen videoclip en el que participó el tecladista y guitarrista del grupo, Ítalo Audía, en la dirección, fotografía y edición. El vocalista y bajista de la banda, Jorge Cano, posee un color de voz que da singularidad inmediata a su música, pero además ha desarrollado un estilo juguetón de canto que ya es su marca registrada. De ahí que la línea vocal y la guitarra sean los elementos principales para la hipnosis en esta balada indie pop de probable inspiración soul.
Las otras canciones publicadas por Carrot este año merecen igual atención, todas mantienen la línea de indie pop pero con diferentes puntos de llegada: Jungla, pegajosa y tribal; Samsara, la más sobresaliente por proponer un pop exótico, cautivante, accesible y circular; Alicia, relajante y juguetona; la veranera Dunas; y la espacial Nada está de más. La producción estuvo a cargo de Cano y lo acompañó su connacional AR Ferdinand, un destacado productor de música electrónica y pop.
Con este nuevo paso, Carrot ha encontrado el equilibrio entre la calidad y el juego, dotando a sus canciones de detalles finos pero sin cargarlas con peso extra, para que mantengan su fluidez.
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