Como de costumbre, ofrecemos una nueva entrega mensual con novedades de la plataforma Acqustic. Una excusa ideal para empaparse de algunos de los nombres emergentes que pueden dar que hablar en los próximos meses.
Deudora del minimalismo digital patentado por The XX, Julia Nar prosigue su ascendente trayectoria mediante el primer adelanto de su alianza con Khottom Palm. Ambos están embarcados en una ruta cautivadora por las brumas del pop. La misma que desembocará en un EP que promete ser clave en la trayectoria de los dos. Colegas es el nombre de esta puerta de entrada hacia uno de los matrimonios musicales más excitantes del momento. Ideal para seguir la pista a una Julia Nar que, tal como demuestra este tema, cada día está más cerca de encontrar una rúbrica inconfundible, definida por el detallismo meticuloso de unas producciones en las que su voz es un canto de sirena atrapado en su propio loop. Pura ambrosía para una concepción soft de la ortodoxia más estimulante del baile en slow-motion o en mañanas de afterhours.
Arrastrado por el equilibrio vital de su ubicación geográfica, alambicada entre Granada y Berlín, tan inspirado abanderado del concepto genderless music prosigue su evolución particular, definida por la supresión absoluta de diques en su enfoque cinemascope de la liturgia pop. Porque García Picasso es capaz de jugar con absoluta comodidad entre los extremos que van del indie pop a la electrónica multicolor. No hay fronteras en una cosmovisión que le ha llevado a dirigirse esta vez hacia la redefinición chill pop de alma rumbera. Y lo ha hecho mediante el gusto exquisito habitual que suele imprimir en cada uno de sus diferentes virajes estilísticos.
r e y d e l a l u z es la primera muestra que García Picasso nos enseña de lo que será Color de género, un primer EP para el que promete multiplicarse en diferentes versiones musicales de sí mismo. Este adelanto no hace más que prepararnos para lo que promete ser un golpe en la mesa de la actual farándula pop.
Proveniente de Buenos Aires y actualmente residente en Barcelona, Franchi es un todoterreno de la música. Compositor, arreglista y productor, su capacidad para contemplar la materia musical desde diferentes frentes y perspectivas es lo que le ha llevado a ser un alquimista de la mirada plural centrada en la música urbana. Así es como ha sido en sus diferentes lanzamientos hasta el single Te quiero un saco. En su más reciente publicación, Franchi, que suele inspirarse por los sonidos tradicionales de su país de origen, se vuelca con audacia al cuarteto cordobés. De alguna manera, su propuesta tiene un refrescante eco de Mano Negra, banda que en su momento entendió como pocos eso de cruzar con acierto diferentes géneros musicales. Así es cómo Franchi prosigue una evolución que tanto bebe de las aguas electrónicas como de la artesanía instrumental. Entre estos dos extremos, cuaja una criatura sónica que aún nos debe muchos vis a vis en el futuro.
No cabe duda de que en estos últimos años el eco de Rosalía se ha hecho presente en una cantidad cada vez mayor de producciones musicales. Es algo evidente que se vuelve a confirmar a través de ejemplos como Vueltas a la ciudad, nuevo single de Gizelle, para el cual ha contado con la colaboración de Abril Gabriele. En este nuevo tema, la artista de Barcelona aumenta el gran angular de una concepción pop en la que tampoco faltan referencias a tótems de nuestra era como Lana del Rey y Jorja Smith. Y es que cuando hablamos de Gizelle lo estamos haciendo de un ser capaz de fundir con sumo tacto los extremos que encadenan jazz, indie y pop. Todo ello fraguado con deleite 2.0. en un camino que aún nos tiene que deparar nuevas futuras sorpresas.
Portadora del gen dark pop, Rosa Venenosa es el proyecto de una compositora madrileña que ha hecho de la oscuridad su cauce hacia la luminosidad pop. Una para la que, tal como sucede en su más reciente lanzamiento, viene impulsada por un abecedario instrumental digital electrónico tremendamente orgánico y atmósférico al mismo tiempo. Esto es lo que sucede en Frágiles, nuevo paso adelante de una artista repleta de aristas, para la que el verbo sinte es el lenguaje unificador de una forma de entender la materia pop desde frentes como el trap o el trip hop. Estas dos clases de manifestaciones se dan en una canción que realza la inquietud de Rosa Venenosa, una de las realidades más clarividentes de lo que supone viajar entre diferentes islas musicales sin perder nunca el halo sombrío que recorre cada centímetro de su música.
