En Sonar claro continuamos la inmersión en temas relacionados con la industria musical que son de mucha utilidad conocer. Hoy nos centramos en el incentivo fiscal. Es sabido que la cantidad de impuestos a pagar a final de año en el impuesto de sociedades depende mucho de una buena planificación fiscal. Una de las opciones más atractivas es la aportación a proyectos culturales, a cambio de desgravaciones que ascienden al 120% de la cifra aportada. Para beneficiarte de este régimen no es necesario que te dediques profesionalmente al sector cultural. En este artículo te explicamos cómo puedes aplicar estas deducciones.
Régimen de incentivos fiscales: aportaciones a proyectos culturales
Aunque durante los últimos años el sistema tributario español ha ido limitando o eliminando algunas opciones de ahorro fiscal, a finales de 2021 se introdujo una fórmula en las deducciones por inversión en cultura que conlleva una recompensa fiscal para contribuyentes de todos los sectores a cambio de apoyar la producción de conciertos, películas, series, teatro y danza. Se trata de un incentivo fiscal, con deducciones de hasta 500.000 euros, que permite el ahorro de impuestos al tiempo que se genera una importante plusvalía, superior a la mayoría de inversiones inmobiliarias o en bolsa.
La nueva redacción del artículo 39.7 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades permite que muchos más contribuyentes puedan disfrutar de los beneficios fiscales para proyectos culturales. En 2021, el Estado preveía que las deducciones fiscales supondrían un total de 99 millones de euros, cantidad que las arcas públicas dejarían de ingresar por aplicación de estos incentivos, y se proyectaba un crecimiento del volumen de estos incentivos del 61,7% para 2022 en relación con 2020, según las estimaciones de los presupuestos generales. Veremos a final de año si se cumplen las previsiones.
¿Cómo funcionan las deducciones?
El promotor de una gira, concierto o un festival genera un crédito fiscal que equivale al 20% de los principales gastos: cachés de artistas, producción y promoción, con un máximo de 500.000 euros por empresa y año.
Desde el año 2021 la normativa fiscal permite que contribuyentes ajenos al sector de la música o la cultura en general puedan aplicar estas deducciones. Aportando fondos para financiar la producción de conciertos y festivales se podrán deducir en la declaración de impuestos el 120% de las cantidades invertidas en el proyecto cultural. Para más detalle, te recomendamos consultar nuestra guía sobre el incentivo fiscal cultural disponible a través de este enlace.
Un ejemplo práctico
Imaginemos que un festival de música en Barcelona ha tenido un total de gastos de 1.200.000 euros. La cuantía de la deducción será de 240.000 euros (20% de 1.200.000 euros). En este caso el inversor/mecenas realiza una aportación al promotor del festival de 200.000 euros, y a cambio de ese apoyo Hacienda le permitirá aplicar una deducción de 240.000 euros, con lo que recupera toda su aportación y además obtiene una ganancia de 40.000 euros (120%).
Ventajas para ambas partes: inversor y promotor
Para el promotor
● Obtiene liquidez y solvencia y no genera deuda: no tendrá que devolver las cantidades aportadas por el inversor.
● Incrementa del beneficio económico del proyecto (o cobertura del resultado negativo), sin que implique la entrada en el capital social, ni compra de participaciones de AIE.
● Permite crear sinergias con patrocinadores, optimizando su actividad financiera y contable.
● Generación de una estrategia económica que impulsa la consolidación del proyecto.
● A diferencia de las subvenciones, al no haber concurrencia competitiva, la previsión de importe a percibir es clara.
● La operación queda documentada en un contrato a disposición de la Agencia Tributaria y el derecho de la deducción queda reconocido en favor del inversor a través de una comunicación a la Agencia Tributaria por el promotor del proyecto como certificado fiscal.
Para el inversor
● Recupera hasta el 120% de las cantidades aportadas al proyecto cultural: una importante rentabilidad en un plazo corto de tiempo, que no conlleva riesgo ni volatilidad. Unas condiciones muy difíciles de encontrar en cualquier otro tipo de inversión.
● Actualmente apenas existen otras opciones de ahorro fiscal, puesto que las sucesivas reformas fiscales han ido aumentando los tipos impositivos y reduciendo deducciones y beneficios fiscales.
● La incertidumbre económica actual obliga a buscar «inversiones refugio». El mecenazgo cultural como inversión ofrece rentabilidad con clara previsión y seguridad.
● El inversor/mecenas puede encontrar interesantes sinergias en materia de patrocinios, RSC y valor reputacional ante sus clientes y stakeholders.
Si te preguntas cómo encontrar proyectos culturales que requieran inversión…
Si estás interesado en utilizar el incentivo fiscal cultural para el ahorro de impuestos o eres asesor fiscal y preparas una planificación de tus clientes, desde Sympathy for the Lawyer trabajamos la financiación del sector musical y cultural, conectando proyectos culturales e inversores interesados, a través de nuestra plataforma Incentiva Music.
Incentiva Music está concebida bajo un modelo innovador y transparente, con el objetivo de conectar proyectos culturales e inversores interesados en el ahorro fiscal que permite la ley y cuenta con el Sello Cultura y Mecenazgo del Ministerio de Cultura y Deporte, que reconoce aquellos proyectos que destacan en el fomento del mecenazgo cultural en la sociedad española.
Nos ocupamos de la planificación, estructuración y gestión de todo el proceso, mediante la asesoría profesional de Sympathy for the Lawyer, la firma legal referente en la industria musical española.