Antes de la aparición de su primer álbum, Natalia Lacunza estrena Todo va a cambiar, el último de los sencillos de adelanto, un tema con ropajes electrónicos producido por Karma C. y que mezcla la escena ochentera de Chicago con el r&b de principios de siglo.
Natalia Lacunza se une con el productor Karma C. para elaborar un hit inmediato, un tema que puede fácilmente convertirse en el favorito del LP que la pamplonica está a punto de editar. Una canción con una melodía sentimental acompañada de la naturalidad con la que se trata el paso del tiempo, con la humildad del que acepta el tránsito a la madurez, y las decisiones que vamos tomando en el camino. Todo ello con el aditamento de los arreglos de raíz electrónica con un ojo puesto en los grupos r&b de los 2000 y otro en la escena de Chicago de los años 80.
Así, Todo va a cambiar, que iba a ser en principio el título del álbum, tiene un ritmo frenético y una melodía que deja las emociones a flor de piel, un canto a cómo debemos abrazar los procesos de cambio y evolución como personas. Natalia dice sobre el tema: «Habla de que el hecho de que todo cambie de forma con el tiempo es inevitable y puede dar miedo, pero es parte del juego, de la emoción de vivir. Es el broche final del proyecto, la última canción y mi mensaje favorito de todo el disco…».
Acompañando a la música están las imágenes, un videoclip en formato vertical y uso de la animación, donde se representa el viaje onírico y musical que atraviesa diferentes escenarios, donde se contempla, se palpa, el paso del tiempo y su efecto en la naturaleza.
El esperado primer disco de Natalia Lacunza, Tiene que ser para mi, pondrá el cierre de una etapa que ha durado tres años y su contenido refleja el modo honesto que tiene la cantante de vivir, el esfuerzo, el valor del trabajo, la brillantez que emana de uno cuando se es auténtico y se vive en primera persona, sin frenos ni regalos superfluos.
Citamos nuevamente a Natalia: «Este disco habla del proceso, de todo lo que hay que recorrer para llegar al punto en el que uno piensa y cree: “Tiene que ser para mí todo lo que di”».