Hechizo y contacto espacial es lo que ofrece el barcelonés Edu Requejo en su nuevo single No hay dos, un ejercicio complejo de construcción y deconstrucción, de progresión y vaivén.
A principio del próximo otoño Casa Maracas editará el primer LP de Edu Requejo. Tras el primer adelanto, La diferencia, llega ahora No hay dos, otro aperitivo de la obra que se viene, una mezcla nutritiva de electrónica y elementos orgánicos, de muestras tomadas al azar, repeticiones en construcción, concepto constante, estabilidad hambrienta.
No hay dos es un ejercicio complejo de construcción y deconstrucción, de progresión y vaivén, donde lo extraño y lo desconocido conviven en la búsqueda del mundo interior mientras llega la vida inteligente de otro planeta. Liberador y complaciente, Edu Requejo, sabe que produce atracción con sus composiciones, sus canciones más que escuchar se instalan en tu cerebro, accediendo con habilidad a los centros sinápticos donde se produce la fascinación primitiva por la música. Luz, latido, adjetivos que buscan lo enciclopédico y pragmático cuando es lo sensible lo que se impone.
Recordando las técnicas de repetición, el corta y pega, las primeras casetes de Camilo Lara, Edu Requejo es una avalancha incontenible de progresión reveladora: compuesta, escrita, producida e interpretada por Eduard Requejo con mezcla y mastering de Julio Rodríguez Sangrador. Hay un nuevo alquimista en el sur y trae el ratón afilado y los metales con brillo, el sampler calibrado y sus ojos son dos ventanas a un mundo que se parece mucho al nuestro, pero con mucha más luz y pasión.