Queidem publica Despedida, tercer adelanto de lo que será su esperado primer LP, que confirma el estado de gracia de este prestidigitador del glam intimista queer Siglo XXI.
Después de habernos estrujado el corazón con Niebla y Canción desesperada, Queidem retorna con un nuevo adelanto de lo que será su primer LP. Y lo hace cumpliendo la premisa del «más difícil todavía». No en vano, si los singles anteriormente mencionados son hermosas esculturas pop, Despedida es la confirmación de su capacidad para alcanzar un público más masivo sin necesidad de perder ni un gramo de su personalidad.
Más que nunca, la huella del primer James Blake se hace presente en las entrañas de un sonidero de sampleados de orgánica fisicidad vocal. Y lo hace condensado su pasional pulmón lírico entre palabras que definen una existencia corta, marcada por la respiración entrecortada con la que enfila el descenso final de un himno de pestillo cerrado tan memorable como este.
Si sus anteriores adelantos ya avisaban de la importancia que va a tener su debut discográfico en largo, Despedida ya nos transporta a un renovado escalón de expectativas. Las de este talento valenciano, afincado en Madrid, portador de la resignificación del glam pop torturado, que mira de tú a tú a genios de esta disciplina en cuestión como Thom Yorke y Perfume Genius. Efectivamente, palabras mayores.
