El gallego Pablo Lesuit estrena su nuevo single Caracas junto al veracruzano Pehuenche, la cantante y compositora española-mexicana afincada en Los Ángeles Adrie y del cordobés –de Argentina–Sir Hope: amor puro en el siglo del desamor.
Qué: Disco (Esmerarte)
Un encuentro casual con Pehuenche hace que el combo de Pablo Lesuit, con Sir Hope y Adrie, despachen un material de primera, un bolero espléndido llamado Caracas. Tradición y modernidad, latinos de dos continentes unidos por la belleza.
Una noche de primavera, una cantina mexicana, de fondo Los Panchos, cuatro músicos con talento, la madrugada avanza y, a eso de las dos, Pehuenche dijo, «¿Por qué no hacemos un bolero?» y la chispa del encuentro, entonada y fresca comenzó a dar calor.
De la hoguera de la creatividad, unos días de trabajo, unos encuentros y mucha alegría los lleva a un bolero contemporáneo con cuatro voces perfectamente empastadas. La producción suena a marmita de genios: estética ochentera, con antiguas cajas de ritmo y los farfisas más los instrumentos que definen el bolero como género. Retro, un viaje en el tiempo, la noche ayuda a engatusar a las musas.
Pablo Lesuit es un gallego que ha dotado a la canción iberoamericana de un estilo personal donde no hay fronteras y etiquetas, poesía y samplers, que han dado como resultado dos LPs Tiempo (2015) y Belorizonte (2023). Sir Hope viene es cordobés, del interior de la Argentina. Instalado en Ciudad de México, su último lanzamiento es un EP audiovisual de reversiones de Portales (su tercer disco de estudio) grabado en vivo.
Adrie está afincada en Los Ángeles, es compositora e intérprete, española y mexicana, su música bebe del pop, pero sin perder de vista las raíces. Pehuenche es mexicano, estudioso de la música popular de su país, indaga en la influencia de lo tradicional en las bandas de pop y de rock desde los años 60 hasta ahora. Su LP de debut, Vida ventura, lo ha llevado a tocar por escenarios de México, Canadá o Estados Unidos. Un equipo de ensueño que revisa el género del amor en pleno Siglo XXI, el siglo del desamor.