Blanco Teta hace ruido, es una banda grrrl, viene de la Argentina y su única regla es que no hay reglas. En junio edita a través de Bongo Joe Records su disco de debut, Rompe paga, y este Hoy no es el adelanto con una pequeña muestra de lo que nos espera.
Todos los géneros en una marmita de punk vanguardista: hyperpop, thrash, punk, noise, ruidismo experimental… un debut ecléctico en todos los sentidos, una manera de expresarse profundamente expansiva donde el trabajo y la colaboración, en un mundo virtual como el nuestro, se esfuerza por ser lo más orgánica posible. Blanco Teta se formó en 2017, con la confianza por bandera. Lo dice la baterista Carola Zelaschi: «Incluso si lo que hacemos suena muy indie, a rock argentino, siempre vamos a sonar como Blanco Teta».
Entre tanto ramalazo de rabia estilística se distinguen algunas cosas más personales del combo: voces discordantes procesadas, elementos ruidistas que juegan sobre fragmentos de electrónica y un violonchelo que ocupa el espacio habitual que tiene la guitarra en el rock más clásico. Además, completan el equipo Carola en la batería, Violeta García en el violonchelo, Carlos Quebrada al bajo y como voz solista Josefina Barreix.
Por otra parte, no debemos pasar por alto que Blanco Teta es una banda política, que se identifica como transfeminista, dentro de la escena musical queer y, de nuevo en palabras de Carola Zelaschi: «Nuestra declaración musical es no adherirse a un determinado género». Más allá de la estructura tradicional de la canción pop, Blanco Teta se mueve hacia las texturas y la relación que existe entre la amalgama de sonidos y eso hace a la banda candidata perfectas para formar parte del catálogo del sello suizo Bongo Joe. Rompe paga es su primer LP con la discográfica tras haber publicado un EP homónimo y autoeditado en 2017 y un segundo EP en 2020 titulado Incendiada.