Stephanie Ringes, antigua vocalista de Lions In Love, enarbola actualmente el pabellón de La Flamme, un proyecto muy personal en el que mezcla la chanson, los toques mediterráneos y hasta gotas de psychobilly. Acaba de sacar dos trabajos audiovisuales (When The Devil Comes y When I Wake Up), y cada uno está en las antípodas estéticas del otro: contemplación en primerísimo primer plano contra exteriores citadinos, balada desgarrada que se ilustra con pausa frente a un rítmico caminar por calles iluminadas de neón y lumpen: es el barrio Rojo de Ámsterdam, desenfocado a ritmo de trote caballuno por la lente de la propia Stephanie, que dirige y produce ambos trabajos. Los audiovisuales son dos lienzos en los que se asienta la personalidad diversa de una artista que no tiene miedo a explorar más allá de límites propios o ajenos. La prueba es su proyecto paralelo, Shiva Sound/Shi Va, en el que lleva trabajando una década y que recoge el interés de Stephanie por el mestizaje.