Que Joe Crepúsculo es un artista singular es algo que no admite duda. Que su reconversión dance suena cada día más natural, como si hubiera estado siempre bajo la bola de espejos, también es cosa probada. Solamente tuvo que ponerse en las manos de Malditos Produce para llevar todas estas reflexiones (y algunas que cabe imaginarse) al clip más glamuroso que pueda imaginarse un adicto a la caspa, el látex y el atractivo animal de lo dirty. Dicen desde Mushroom Pillow (el sello que ha editado Baile de magos, el álbum al que pertenece el corte) que aquí se mezcla la estética de Matrix con la de Gandía Shore, la vomitiva copia española del infecto Jersey Shore gringo. También hay algo de new romantic, tecnopop ochentero y oscuridad posada. Una mezcolanza que podía haber sido intragable. Lo que pasa con el barro es que cuando lo expones salpicado de genialidad y con el foco racionado, puedes acabar creando una obra de arte digerible para estómagos muy diversos. Algo así ocurre con este hit de las pistas, que se mete en la cabeza y tarda en salir. Muchas imágenes, menos de mil palabras, el ritmo adecuado: eureka.