A contramano de los cargos de banal, burdo e inofensivo que se le imputaron al pop, Famasloop es un estoico defensor del semblante subversivo, mordaz y concienzudo que también sostienen al género musical. Si con el sencillo Mundo, incluido en su álbum debut, Tres casas (2006), el grupo caraqueño, que en noviembre actuará en España, puso a prueba la tolerancia de la sociedad de su país al situar en el mismo ras de la terrenalidad a Simón Bolívar y Michael Jackson, ahora, tras el estreno del vídeo de su reciente corte promocional, Choro dance, del repertorio de La quema, nuevo álbum del quinteto, desató una polémica con final incierto. Y es que, por encima de una mera puesta audiovisual, el clip, dirigido por el realizador Carl Zitelmann, es toda una declaración de guerra a uno de los grandes padecimientos de la nación caribeña: la inseguridad (Venezuela ostenta la segunda tasa de homicidios más alta del mundo). Con el secuestro exprés como disparador, la trama de esta producción, en la que participan los bailarines de la crew Abstractor, un perro chihuahua, Onechot (estrella local de reggae que fue víctima en 2012 de un robo en el que recibió un tiro en la cabeza, y del que se recuperó) y una marioneta de Jesucristo, amplifica el hastío de los venezolanos ante la violencia. Gloria al bravo pueblo.