La belleza está en la sencillez. La sencillez no es simplicidad. La alineación de imagen, música y letra es sencillamente bella. Jonás Trueba da una nueva muestra de madurez expresiva en este audiovisual que vehicula con tino el espíritu de Tulsa.
Se aman con serena locura, y se nota. La vocalista de Tulsa Miren Iza y el realizador Jonás Trueba cuentan sus colaboraciones por éxitos de simpar belleza, y la racha no tenía que detenerse ahora; muy al contrario, la han puesto a rodar en un videoclip que aprovecha a la perfección el caldo de cultivo que ofrece la carretera para la creación. Aunque todo magma se enriquezca puntualmente de lo irreflexivo, en esta ocasión la magia se deriva de una idea capaz de dimensionarse en espiral: el amor sin condiciones, el arrullo cargado de sentimiento, para el que Miren está especialmente dotada. Trueba juega con los microuniversos del plató rodante (los que ocupan el asiento trasero, la alternancia de posturas, los silencios incómodos que inexorablemente pierden el pulso con la sonrisa contagiosa, el copiloto dormilón que no da bola al conductor concentrado) para ambientar los elementos que dan vidilla al mantra «te voy a querer igual», poso y enseña de la que sin duda es una bellísima canción. Este tema supone el adelanto de La calma chicha, tercer álbum del grupo, que sale a la venta en febrero a través de Gran Derby y que coproducen Charlie Bautista y Carasueño. Ahora solo queda esperar al estreno de Los exiliados románticos, tercer largo de Trueba (en el videoclip hay algunas imágenes del filme), para escuchar la banda sonora de Tulsa. Y que el desencuentro entre cineasta y músicos no llegue nunca, por supuesto.