Cada vez que tenemos noticias del uruguayo Dani Umpi, las opiniones pueden ser de lo más variadas. Pero sin duda, nada de lo que él haga puede pasar desapercibido, como si de la media de Wilde se tratara: «Solo hay una cosa peor que dar que hablar: no dar que hablar».
La yuta, tema compuesto por Dani Umpi junto a Juan Cruz Roa Raffo (integrante de su banda) y producido por Jean Deon (productor del último disco de Diosque), aparece acompañado de un videoclip, como adelanto y primer corte de difusión de lo que será su próximo disco, Lechiguana, a editarse próximamente por el sello Contrapedal.
Dirigido por Emilio Bianchic y con un presupuesto de cincuenta pesos argentinos, el vídeo transmite a la perfección eso de ser una «oda discotequera con estribillo de barra brava» como define la canción el polifacético Umpi. Las calles del barrio porteño de Villa Crespo y la fragancia Pleats Please, de Issey Miyake (de allí el agradecimiento final a Laetitia D’Arenberg), nunca tuvieron tanto en común para ese extraño enmascarado del vídeo (XYC) como en este viaje lleno de colores, uñas largas, conos de papel que se prenden fuego, pelucas, pastillas Raid y bailes exóticos en piscinas de plástico. Barrio, fashion y discoteca. La yuta es la vuelta a las pistas de baile de un artista que no se cansa de correr riesgos, desde su natal Tacuarembó hasta su presente como ciudadano del mundo (aunque un poco más de Buenos Aires).